EnglishA raíz del convenio que firmó la industria automotriz Ford Motors de Venezuela con el Gobierno, con el que los autoriza a comercializar y facturar autos en dólares, son distintas las reacciones que han surgido, pues la mayoría de los venezolanos no tiene acceso libre a divisas y por lo tanto algunos califican como “imposible” poder optar por un carro, en esas condiciones.
Este martes 19 de mayo se conoció que otras ensambladoras del país suramericano como General Motors y Chrysler evalúan seguir los pasos de Ford y empezar a comercializar sus vehículos en dólares.
Pero con este mecanismo Ford aspira a vender solo 3 mil carros cada mes, cuando realmente su capacidad instalada permite producir hasta 24 mil autos mensuales.
La caída de los precios del petróleo, que era la fuente principal de los ingresos del país, y la escasez de divisas, forzó al gobierno socialista a recortar al máximo la entrega de dólares para importaciones básicas.
Un directivo de una de las empresas automotrices, que pidió mantenerse en anonimato, aseguró a PanAm Post que la decisión surge a raíz de que el Gobierno reconoció que no tiene divisas para cancelar la deuda de hasta tres años, que mantiene con el sector.
Explicó que las ensambladoras están prácticamente paralizadas debido a que todos los proveedores extranjeros les suspendieron el crédito para comprar la materia prima. Aseguró que este esquema de ventas en dólares, permitiría reactivar la producción y crear confianza internacional para volver a adquirir los créditos.
El convenio firmado con Ford establece que un porcentaje de la producción también debe ser vendida en bolívares, pero que los costos también serán muy altos, ya que que estarán calculados en dólares a tasa Simadi.
Sectores del país señalan que la medida es discriminatoria y no sería una solución viable al problema real. Consideran que es una “solución que solo beneficiará a un sector de la población”.
Anabella Abadi, economista, asegura que esta práctica incrementaría la desigualdad entre los venezolanos de más poder adquisitivo y los de menos recursos: “Se dice que Venezuela tiene uno de los índices Gini (indicador de desigualdad) más bajo, pero con esto se discrimina a la población”.
Para el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, la venta de vehículos en dólares no es un preludio de una posible dolarización de la economía, “es una segmentación que forma una economía dual: sectores en dólares y sectores en bolívares”, afirmó.
Economía dual y “feudalizada”
Aun cuando la moneda oficial en Venezuela sigue siendo el bolívar, el Gobierno ha permitido la venta en dólares de algunos rubros que considera no son de primera necesidad; tal es el caso de los boletos aéreos.
En el país suramericano los costos de bienes y servicios que no se pagan en dólares y que no son de primera necesidad, son calculados igualmente a tasa Simadi ya que en su mayoría son fabricados con materia prima importada. Un inmueble por ejemplo, tiene un precio en Venezuela de 20.000.000 Bs.( US$100.502), haciendo prácticamente inviable la compra para un ciudadano que tiene un salario mínimo mensual de 6.746,98 Bs. (US$33).
El economista Boris Ackerman, jefe del departamento de Ciencias Económicas y administrativas de la Universidad Simón Bolívar, explicó a PanAm Post que la moneda oficial venezolana, el bolívar, ya no cumple con las características fundamentales y conceptuales del dinero.
El dinero, para cumplir con su función, debe ser valorado por muchos, ser escaso para que no pierda el valor, y ser duradero, transportable, transferible y fraccionable. Según Ackerman, el problema en Venezuela es que los ciudadanos solo tienen acceso al bolívar, que debido a su devaluación, es una moneda que no cumple con ninguno de esos requisitos.
Explicó que el Gobierno, a través del Banco Central, lo imprime de manera descontrolada, y no es transportable ni transferible porque fuera de las fronteras de Venezuela no es aceptado.
El especialista advirtió que el régimen venezolano ha implementado una feudalización, debido a que paga a sus ciudadanos con “fichas” que ya no tienen valor. Considera que son pocos los venezolanos que pueden tener acceso a una moneda fuerte, como es el dólar.
Ackerman aseguró que no se trata de que el gobierno dolariza al país, sino de “dos Venezuela”: una en bolívares y otra en dólares, tal y como sucede en Cuba.
Según el experto, “la Venezuela en bolívares” es la que transita por bajos salarios públicos y privados, regulaciones, control de cambio, colas y escasez; mientras describió que a “la Venezuela en dólares” solo tienen acceso unos pocos, los beneficiados por las políticas gubernamentales, los que reciben divisas por familiares en el extranjero, o una minoría que ofrece algún servicio laboral en el exterior.
“Con los bienes en Venezuela, ocurre lo mismo que con los dólares, hay poca oferta y mucha demanda; es por eso que los bienes de valor cuestan tanto y sus precios están calculados en divisas del mercado negro”, explicó.
Víctor Salmerón, especialista en periodismo económico, resume en su cuenta en Twitter lo expresado por Ackerman.
Madurismo: sistema donde unos pocos con $ compran carros y viajan. El resto con bolívares no encuentra leche, café, azúcar …..
— Víctor Salmerón (@vsalmeron) May 17, 2015
Venezuela se aproxima a la economía cubana
Ante esta situación, Ackerman dijo que Venezuela se aproxima a tomar uno de estos dos caminos: La economía cubana o la china, por lo que considera que la decisión gubernamental se acerca más a la opción de “convertir la economía venezolana en la cubana”.
Explicó que en Cuba el Gobierno lo que buscó fue que sus ciudadanos sobrevivieran, y para ello “abrió pequeñas válvulas” como las Playas de Varadero y permitió que familiares en el exterior les envíen remesas. Según Ackerman, eso de alguna manera permitió que solo un sector de la economía estuviera dolarizado, mientas que la mayoría de los cubanos recibe la moneda local.
El experto plantea que una posible solución es implementar una ” visión liberal” en la que no existan controles, donde se fortalezca la República, exista libertad económica y se defienda una moneda fuerte.