La semana que transcurre es crucial para definir la reforma del impuesto a las Ganancias que ya obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados del Congreso argentino con la propuesta de la oposición, y que comenzará a discutirse este martes en el Senado.
Tras el revés político sufrido por el Gobierno la semana pasada en la Cámara baja al ser descartada su propuesta, el equipo económico y político del presidente Mauricio Macri intenta convencer a los gobernadores de las distintas provincias que el costo fiscal del proyecto opositor es alto, y que las regiones recibirán menos recursos si se llegara a aprobar la iniciativa tal como salió de la Cámara de Diputados.
El papel que juegan los gobernadores es importante ya que podría influir sobre los senadores de sus provincias para que se apruebe o rechace el proyecto sancionado la semana pasada.
Aunque hace varios días el entrono del presidente Macri adelantó que la ley sería vetada, este lunes por la noche el diario Clarín señaló que presidente no haría uso de esa facultad y trasladaría a las provincias el costo del proyecto.
“Apuntamos a consensuar una salida responsable en conjunto con los gobernadores, los senadores y los gremios, para llegar a un acuerdo que nos permita de forma gradual y progresiva resolver las inequidades que heredamos de gobiernos anteriores”, dijo a Clarín el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Desde la Casa de Gobierno estiman que, de ser aprobado por el Senado, el costo de la ley sería de unos AR$ 130.000 millones (US$ 8.113.300.000).
“Hay que buscar un equilibrio entre lo que queremos y lo que podemos”, agregó Frigerio.
Este martes el titular de la Administración Federal de Ingresos Público (AFIP), Alberto Abad, acompañado por la subsecretaria de Ingresos Públicos Claudia Balestrini, acudirán a la comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado para intentar convencer con argumentos técnicos a los legisladores.
También acudirán a la Comisión mandatarios provinciales, representantes de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) y de cámaras empresarias afectadas por los gravámenes creados por la oposición.
El diario La Nación destaca que el gobernador de la provincia de Salta, el peronista Juan Manuel Urtubey, criticó el proyecto opositor al considerarlo “muy malo y poco serio” por el impacto que tendrá en la porción coparticipable con las provincias de la recaudación por Ganancias. Lo apoyan en esta posición los gobernadores de Juan Schiaretti (Córdoba) y Omar Gutiérrez (Neuquén). Entre tanto, los peronistas Carlos Verna (La Pampa) y Mario Das Neves (Chubut), denunciaron las “presiones con la chequera” del Poder Ejecutivo a las provincias para bloquear la sanción del proyecto.
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Por sus parte, los miembros del triunvirato de conducción de la CGT ya anunciaron su apoyo al proyecto de la oposición.
La Cámara Argentina de empresarios mineros advirtió que los cambios que se evalúan en el impuesto a las Ganancias pondrían en riesgo el sustento de más de 12.000 familias y frenarán la llegada de inversiones a las provincias. La oposición propuso aumentar tributos al sector minero para financiar los cambios en ganancias.
El Gobierno tiene la esperanza de que en el Senado se introduzcan cambios que postergue la definición, ya que de ese modo el proyecto deberá volver a Diputados. No obstante, la oposición, con el bloque kirchnerista Frente para la Victoria a la cabeza, cree tener los votos para lograr dictamen en la Comisión sin cambios al proyecto tal como se aprobó la semana pasada.
Si la iniciativa es aprobada en Comisión de Presupuesto y Hacienda entra mañana miércoles a ser discutida en el recinto de la Cámara alta.