En entrevista con El Observador (Uruguay), Daniel Martínez, actualmente intendente de Montevideo y precandidato a la presidencia por el oficialismo (Frente Amplio), se negó a catalogar al régimen de Nicolás Maduro como una dictadura.
Si bien Martínez, que encabeza las encuestas internas, confesó que no se “animaría a decir que (Venezuela) es una democracia plena”, evitó, ante la insistencia de Paula Scorza (editora de actualidad del mencionado medio) etiquetar al régimen instaurado por Maduro como una dictadura. Describirlo como tal, sostuvo, le parece “fuerte”. “No te pongas semántica”, ordenó Martínez a Scorza, que se negaba a abandonar el tema.
“La forma que se quiera, salió de las urnas (sic), algunos dicen ‘sí, lo que pasa es que la oposición no se presentó”, afirmó Martínez, notoriamente nervioso, antes de ser interrumpido por el periodista Martín Tocar, que refirió a la existencia de líderes proscriptos (y presos políticos, tal y como acotó Scorza).
Martínez, además, aprovechó la oportunidad para decir medias verdades, defendió la postura diplomática oficial que tomó el Gobierno del Frente Amplio. “La posición que tomó Uruguay con países europeos me parece correcta y la respaldo absolutamente”, sostuvo el precandidato, en referencia al Grupo de Contacto. No obstante, la mayoría de los países europeos reconocen a Juan Guaidó como presidente legítimo del país caribeño, por lo tanto, hablar como si Uruguay estuviese alineado con Europa es un intento de engañar al público (que en octubre elige nuevo Gobierno).
Las tristes declaraciones de Martínez aparecen en un contexto poco favorable para Uruguay, cuya lealtad a Maduro ha despertado la sospecha de algunos y provocado una dura crítica a nivel internacional. El miércoles 27 de marzo, Uruguay votó en contra de una resolución de la OEA que contempla la presencia de militares que protejan el ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela.
La resolución, que fue aprobada por 19 votos a favor, tuvo las abstenciones de 8 países (destacándose los otros dos cómplices de Maduro en el continente: Bolivia y México) y la negativa de cinco naciones (Antigua y Barbuda, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Uruguay y, por supuesto, Venezuela).
Ese mismo día se dio a conocer en Uruguay que el acuerdo para vender lácteos a Venezuela (originalmente presentado en 2015 y celebrado por Tabaré Vázquez y Nicolás Maduro) no aparece.
Es necesario recordar, asimismo, que Estados Unidos sancionó a las filiales del banco venezolano Bandes en Uruguay y Bolivia hace apenas una semana. En el comunicado, se aseguraba que Maduro y su equipo habían “distorsionado el propósito original del banco, que fue fundado para ayudar al bienestar económico y social del pueblo venezolano”.