EnglishEl pasado viernes la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México declaró que cualquier ley que prohíba el matrimonio entre personas del mismo sexo es inconstitucional.
La noticia fue emitida a través del Semanario Judicial, en el cual se publicó la decisión de la Corte. “La Ley de cualquier entidad federativa que, considere que la finalidad del matrimonio es la procreación, y que lo defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional”, se lee.
La decisión de la Corte advierte que el fin constitucional del matrimonio es la protección de la familia. Esta idea es el argumento ante quienes consideran que la unión tiene únicamente una intención reproductiva.
Esta decisión no implica que los estados donde no está permitido el matrimonio entre dos personas del mismo sexo tengan que cambiar sus leyes, sino que las autoridades de esas regiones deberán apoyar a las parejas que interpongan un amparo para casarse.
La primera propuesta que se hizo para reconocer este derecho a las comunidades LGBT fue presentada en el año 2000, por la diputada Enoé Uranga. La iniciativa entró a discusión en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal cuando Andrés Manuel López Obrador dejó el cargo como presidente.
La propuesta de permitir la unión civil entre personas del mismo sexo se aprobó el 16 de noviembre de 2006. La Ley de Sociedades y Convivencia entró en vigencia en 2007, y reconoció los derechos de las personas que, sin importar su sexo, compartían sus vidas.
Pero no fue sino hasta 2009 cuando la Asamblea avaló la iniciativa que permite el matrimonio gay, y otorgó a las parejas el derecho de adoptar. La reforma al artículo 146 del Código Civil del Distrito Federal fue aprobada con 39 votos a favor. Únicamente el Partido de Acción Nacional (PAN) y el Partido Verde Ecologista de México se mostraron en contra. Por su parte, el Partido Revolucionario Institucional tuvo cinco abstenciones.
Un camino difícil
Aunque algunas parejas ya habían ganado amparos ante la SCJN para poder casarse, solo en algunos estados como la ciudad de México y Cohahulia eran permitidos los matrimonios.
Desde que se aprobó en 2009 la ley para que el matrimonio sea legal para todos, siempre y cuando sean “dos personas”, en lugar de únicamente un hombre y una mujer, que decidan casarse, varias organizaciones se han opuesto al acto. En aquella época, las agrupaciones políticas PAN y PRI intentaron, por medio de firmas, declarar la misma como un acto inconstitucional.
Miembros de la Arquidiócesis de México, tacharon la ley de “inmoral” y señalaron que “no condena (la Iglesia) a las personas, sino a los actos homosexuales y la propuesta del matrimonio entre seres del mismo sexo”.
En mayo se realizaron marchas en contra. Una de las manifestaciones tuvo lugar en la Plaza del Ángel, en Chihuahua, donde se reunieron grupos de personas quienes firmaron para que el Congreso no aprobara el matrimonio gay. La protesta fue organizadas por la asociación “Todos Por la Familia”.
Celebran decisión de la SCJN
Comunidades LGBT y población mexicana en general celebraron la decisión del SCJN de declarar inconstitucional cualquier ley que prohíba el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En un comunicado, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación expresó: “Es un avance histórico de reconocimiento a los derechos de la comunidad de diversidad sexual”.
La jurisprudencia presentada por la SCJN no sólo permitirá que las personas que decidan casarse puedan hacerlo sin recurrir a amparos, sino que “está prohibida cualquier norma discriminatoria basada en la orientación sexual de la persona”.