La intolerancia producto de fanatismo político toca la puerta en Chile. Y hay que decirlo. La alta polarización que caracterizó la campaña no terminó con el gesto democrático entre ambos candidatos tras conocerse los resultados. Al mejor estilo de las hordas chavistas que desde la llegada del fallecido militar golpista al poder tomaron el centro de Caracas impidiendo el paso de cualquier ciudadano que manifestara una posición distinta, seguidores del ahora presidente electo de Chile, Gabriel Boric, están llevando a otro nivel el intercambio de ideas en las redes sociales, suponiendo un respaldo automático e impunidad desde el Ejecutivo que se instalará el 11 de marzo al que defienden. Los mensajes amenazantes y ataques de xenofobia que ha sufrido en Twitter nuestra periodista Gabriela Moreno así lo han expuesto.
En PanAm Post estamos comprometidos con la defensa de la democracia, las libertades y la prensa libre. Por tal motivo, este jueves alertamos sobre las señales desafortunadas que ha mostrado el nuevo inquilino del palacio de La Moneda que parecen ir en otra dirección. Pues el hecho de que la persona electa para tener el mayor poder del país “corrija” públicamente a un medio de comunicación sobre cómo titular, no constituye una crítica de cualquier usuario. Es, por lo menos, un tipo de intimidación o presión. Es una mala señal de lo que puede venir cuando la incomodidad del mandatario sea aún mayor.
Irina Karamanos es su nombre. Acostumbrémonos a reconocerle agencia propia a todas las mujeres. https://t.co/tLBMvrfSgB
— Gabriel Boric Font (@gabrielboric) December 22, 2021
Y esta advertencia de nuestra parte –como defensores de la libertad– no vino solo por este episodio. La opinión pública fue testigo de cómo unos días ante de la elección el entonces candidato apunto con su dedo al periodista de Radio BíoBío, Mario Vera, y lo acusó de ser “muy irresponsable” por haberle hecho una pregunta incómoda que no supo cómo responder.
Este registro deja en evidencia que el candidato Boric acusa de “irresponsable” a periodista Mario Vera por hacerle una pregunta que no supo responder tras #DebateAnatel pic.twitter.com/2fCIv9xCet
— Ricardo Moreno C. (@rmoreno) December 14, 2021
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El periodismo es por naturaleza antipoder. Lo contrario es proselitismo político. Por ello en PanAm Post no apoyamos políticos, apoyamos ideas de políticos cuando estos defienden la libertad. Cuando estos mismos personajes se desvían del camino de la defensa de las libertades también lo denunciamos. Pero lo ocurrido este jueves por alertar sobre las señales equivocadas que ha enviado el nuevo mandatario chileno es inaceptable.
“Hola, cuándo se va de Chile a decir mentiras a otros lado”, “una venezofacha es la ‘periodista’”, “venezofachos, había que decirlo” y “ándate a tu país facha reculia”, fueron algunos de los mensajes amenazantes cargados de un alto grado de xenofobia que recibió nuestra periodista. Vale acotar que el usuario que hace el último comentario se describe en su perfil de Twitter como seguidor del “boricsianismo como estilo de vida”.
Y lo más preocupante es que esta “funa” –como se denomina en Chile el hacer alguna denuncia pública que exponga a una persona o institución al escarnio– la inició un colega periodista, al cual no mencionaremos para no cometer la misma falta que él cometió. Lo que sí no podemos dejar de decir es que se trata de un comunicador con una parcialidad política que está a la luz. Destacar la “humildad del presidente electo” y aplaudir que Boric haya “corregido” a un medio demuestra no solo la simpatía de esta persona por el mencionado político sino el desconocimiento de la esencia del periodismo.
Fue totalmente desproporcionada la reacción contra Gabriela Moreno por la nota titulada: “Comienza el asedio a la prensa en Chile: Boric ensaya formas de presión”. Las amenazas y ataques xenofóbicos que recibió no hicieron más que aumentar nuestra preocupación y confirmar nuestra advertencia sobre el asedio contra la prensa y contra todo aquel que piense distinto. Y no hablamos en ningún momento de censura, ya que no era aún apropiado usar tal término. Alertamos sobre las formar de presión que en los dos episodios recientes ha ensayado el mandatario electo. Pero todo parece indicar que lamentablemente el país austral se encaminará en esa dirección.
Esto ha demostrado adicionalmente el peligro de la manipulación de las masas desde el poder. Los ejemplos sobran. Podríamos referirnos a la Alemania nazi o la Cuba de los Castro, pero basta con recordar el ejemplo más reciente, el de la Venezuela de Hugo Chávez, quien logró implantar entre sus seguidores el término despectivo de “escuálidos” para referirse a los opositores, así como en Chile se ha instaurado en los últimos meses el calificativo de “fachos” para atacar a todo el que difiera de las políticas izquierdistas de Gabriel Boric.
Preocupa el asedio que se asoma, preocupa la hegemonía comunicacional que pueda venir –como está plasmado en el programa de gobierno de Boric con la conformación de un Nuevo Sistema de Medios Públicos– y preocupa la autocensura a la que pueda someterse la prensa libre ante el avasallamiento del poder que, con la complicidad de las corporaciones mediáticas que se ponen al servicio del gobernante de turno, busca por sobre todas las cosas proyectar una imagen positiva de la nueva administración acorralando cualquier atisbo de disidencia.
Frente a este escenario que se plantea, PanAm Post ratifica su compromiso con los chilenos que creen en la libertad y buscan una ventana de información, análisis y opinión sin las presiones de ningún gobierno. Nuestro compromiso es con las ideas, con la libertad y con el ejercicio de la democracia en su total cumplimiento, que más allá de permitirle al líder de un país llegar al poder, exige el respeto a la separación de poderes, a los derechos humanos y a la libertad de expresión y prensa.