En una entrevista, el padre Luis Ugalde, sacerdote jesuita, ex-rector de la Universidad Católica Andres Bello, y uno de los intelectuales más importantes de Venezuela, declaró que el país vive un “momento de las grandes verdades”. La primera gran verdad, le dijo Ugalde al Diario Las Américas, es que
El 30 de marzo quedó claro, por si alguien tenía duda, que Venezuela es una dictadura, en un marco constitucional democrático. El gobierno es usurpador de una constitución que sí es democrática, pero el gobierno es dictatorial.
Ugalde hizo énfasis sobre el elemento castrense del régimen de Nicolás Maduro: “Lo que tenemos es una dictadura militar. No son los militares apoyando una dictadura. Esta dictadura es una dictadura militar”.
La lucha actual, agregó Ugalde, es de “los que queremos restablecer o recuperar la democracia, y recuperar la economía, y todo lo demás…”
Ugalde resaltó la unidad de la oposición y su escepticismo frente a la posibilidad de negociar nuevamente con el régimen de Nicolás Maduro:
En este momento la oposición… está unida y activada… Y con toda razón no cree en esos anzuelos que le echan… La oposición no ha estado, nunca en los últimos diez años, tan unida y activada como ahora.
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Ugalde inclusive sugirió que la oposición no debe aceptar una potencial oferta de Maduro de llevar a cabo las elecciones regionales que canceló a cambio de que cesen las protestas en su contra: “Si mañana (Maduro) dijera, ‘muy bien, yo les concedo elecciones regionales’, usted oposición no puede aceptar eso. Porque son elecciones regionales de un dictador”.
Según Ugalde, la oposición debe exigir la rehabilitación plena de Asamblea nacional y la liberación de todos los presos políticos antes de acpetar cualquier elección en Venezuela. Esa sería la única manera de llevar a cabo unas “elecciones no dictatoriales”.
El sacerdote jesuita inclusive cuestionó la importancia de la Santa Sede frente al futuro inmediato de Venezuela:
Puede parecer una herejía, pero El Vaticano es secundario. Una cosa es El Vaticano y otra la Iglesia. Y la Iglesia está totalmente definida… (Dice que) todo esto del diálogo no funcionó y nosotros no volvemos por estos cuatro puntos.
Evidentemente el gobierno está insistiendo en que El Vaticano sí cree en el dialogo, pero los obispos venezolanos están en contra del Vaticano y han convertido a la Iglesia en un partido político. Ese anzuelo ya no lo muerde nadie, pero está sembrando duda.
El papa lo que dijo es: el diálogo no ha funcionado porque si no hay condiciones claras no puede funcionar.
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En la entrevista, Ugalde también criticó la ideología comunista que, gracias al chavismo, produjo el colapso de la economía venezolana. “Con este régimen”, declaró, “no hay economía posible”.
La razón fundamental del actual desastre es que el gobierno se ha empeñado en un modelo autoritario de corte marxista-leninista que ha fracasado en todo el mundo.
Mucha gente que pensó que Chávez era la esperanza, en este momento ven el horror que están viviendo. (…) ellos saben que su futuro, su esperanza, no está en la perpetuación del actual régimen.
El desencanto con el chavismo también se generó porque un régimen electo originalmente para combatir la corrupción se convirtió en el más corrupto de la historia. Según Ugalde, “no ha habido nunca un monumento tan grande a la corrupción como el actual”.
¿Qué le espera a Venezuela en las próximas semanas y meses? Según Ugalde, el reto que enfrenta la oposición no es menor:
El gobierno va a tratar de confundir, de sembrar la confusión. Todo dictador o toda dictadura tiende a perpetuarse, la vocación es perpetuar. Están día y noche pensando qué voy a inventar yo para perpetuarme.
A corto plazo estamos pagando un precio humano, si no hacemos esto ahora a corto plazo, el precio humano puede tener medio siglo como es la experiencia en Cuba.
En este momento hay las condiciones, como no las ha habido nunca, de debilitamiento, de desprestigio del gobierno, y de declaración clara que es dictadura.
No obstante, existe esperanza ya que el régimen de Maduro ha empezado a perder el apoyo de los militares que lo sostienen en el poder:
Todas las dictaduras militares terminan cuando el apoyo militarse resquebraja. Así terminó… Pinochet y así termino Fujimori, y así terminó la transición en España, etc. Entonces eso es muy importante.
Y lo que nosotros estamos viendo también lo ven los militares, y sus esposas, y sus hijos. Y sus cuarteles donde no hay comida. Donde no hay medicina para su mamá. Es una situación inhumana creciente.
Funcionarios Sebin entrenan con consignas de odio contra oposición:"Quisiera tener un puñal de acero para degollar un maldito guarimbero" pic.twitter.com/e9aSnE1hfj
— PanAm Post Español (@PanAmPost_es) May 5, 2017
También son esperanzadoras las más frecuentes discusiones acerca de la reconstrucción de Venezuela tras un potencial fin del chavismo y la instauración de un gobierno de “unidad nacional”:
Desenlace significa la construcción de una alternativa. Porque si usted no sabe construir una alternativa, lo que viene puede ser peor de lo que tiene. Entonces, en este momento, una cosa esperanzadora es que cada vez estamos hablando más, dentro y fuera del país, no de qué vamos a salir, sino en qué vamos a entrar. Y ¿de qué manera llegamos en condiciones de gobernabilidad?
Con posibilidades económicas de recuperación, que eso significa un apoyo internacional, refinanciamiento de la deuda, ayuda humanitaria. Son mil cosas las que hay que hacer, y para eso tiene que haber una unidad nacional en la cual va a entrar mucha gente, que no es culpable, pero que fueron chavistas. Es un gobierno de unidad nacional.
La reconstrucción del país es de una terrible guerra, porque esto es una terrible guerra. Y esa reconstrucción significa realmente acuerdos.
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Para avanzar hacia la reconstrucción, dice Ugalde, Venezuela no necesita mesura, sino radicalismo en contra de las ideas marxistas y en defensa de la libertad:
El radical va a la raíz. Y hay que ser radical en este momento en Venezuela, porque la raíz está en que tenemos un gobierno cuyo modelo en la cabeza es de partido único, en el cual el jefe de partido, el jefe del estado y el jefe de gobierno es único (…), y el modelo es el modelo marxista, la felicidad viene el día que acabemos con la apropiación privada de los medios de producción.
Ser radical significa que usted diga con esa economía no hay futuro, hay hambre. Y no hay una sola prueba de lo contrario. Eso es ser radical.
Para Ugalde, dar un giro radical hacia la libertad en Venezuela implica cambiar el modus operandi establecido durante negociaciones recientes con la dictadura:
Si mañana hay que abrir unas negociaciones de unidad nacional, tiene que ser con otra forma de ayuda y con otros facilitadores. Pero no estos. Eso está muerto y enterrado, y si no está enterrado hay que enterrarlo.
Y, sobre todo, hay que saber mantener la cabeza fría: “Lo importante es que la emocionalidad, que es fundamental, no nos lleve a retrocedes sobre las grandes verdades adquiridas”.