Por no acatar el llamado a paro hecho por las pandillas más peligrosas de El Salvador, fueron asesinados cinco conductores de transporte público, en la capital del país.
Este lunes, los medios de comunicación locales reseñaron que otros dos empleados, un chofer y un cobrador, están heridos por la misma causa.
Aunque el paro de transporte no tuvo una convocatoria oficial por parte de las pandillas, el rumor corrió desde el fin de semana cuando dos autobuses fueron incendiados por los pandilleros después de hacer bajar a todos los pasajeros.
De acuerdo con la información oficial, entre 38 y 39 rutas acataron la orden y se unieron a la huelga convocada por las maras.
Las pandillas buscan presionar al Gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén para que reduzca la persecución de la que son objeto sus miembros y sus familias.
“Los grupos delincuenciales están queriendo doblegar al Gobierno para que les demos beneficios y puedan reorganizarse y fortalecerse. Pero hemos dicho que el Ejecutivo no negociará ni dialogará bajo ninguna circunstancia con grupos delictivos”, dijo el secretario de Comunicación de El Salvador, Eugenio Chicas.
En ese país de Centroamérica, los homicidios han aumentado 50% en comparación con el año pasado, pues durante los primeros cinco meses de 2015 se registraron 2.192 casos, todos ellos atribuidos principalmente a luchas entre las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, según autoridades.
La violencia, que resurgió desde el 2014, luego de que se rompió la tregua, ha costado la vida a más de 30 policías y 11 militares, por lo que efectivos han exigido al Gobierno mejores condiciones de trabajo e incrementos salariales.
En respuesta a la orden de paro dada por los miembros de las maras, la alcaldía de San Salvador puso a la disposición de la ciudadanía 30 unidades de transporte para suplir a las unidades que si se plegaron a la advertencia hecha por las pandillas.
Las unidades estarán disponibles de 6:00 de la mañana a 9:00 de la noche, en las principales rutas de la ciudad capital.