La Cámara de Diputados de Brasil rechazó, la madrugada del miércoles, un proyecto de ley para reducir la edad de imputabilidad de 18 a 16 años para delitos graves como asesinato, robo o violación. La negativa se decidió por un estrecho margen de votos.
La propuesta, que requería de una mayoría especial de 308 votos para ser aprobada, obtuvo 303 votos a favor, 184 en contra, más tres abstenciones. Sus defensores, sin embargo, tendrán una segunda oportunidad para impulsar la iniciativa en las próximas semanas, cuando se vote un proyecto similar que reduciría la edad de imputabilidad de 18 a 16 años para todos los delitos, indicó el presidente de la Cámara, Eduardo Cunha, uno de los patrocinadores del proyecto.

El resultado final de la votación es una victoria para el Partido de los Trabajadores (PT) de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien ha liderado una campaña para evitar la aprobación de la ley.
En los últimos días el Gobierno difundió una serie de estadísticas para respaldar su postura, en las que afirman que la sanción de esta ley no hubiese mejorado la situación de seguridad del país.
“No solo veo consecuencias para el Gobierno, las veo para el país. Esto es una bomba atómica sobre el sistema de prisiones estatales”, dijo antes de la votación el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo.
Pese a que el proyecto disponía que los menores debían ser mantenidos separados de la población reclusa general, críticos de la ley destacaron que los jóvenes hubiesen estado vulnerables a las bandas criminales que ya dominan en las sobrepobladas prisiones brasileñas.
“Servirán como un ejército de reserva para el crimen organizado. Estarán en una escuela de graduados para el delito”, señaló Alessandro Molon, diputado del oficialista PT.
Otros, como el diputado Iván Valente, con el Partido Socialismo y Libertad (PSol), sostuvo que el proyecto de ley hubiese impactado principalmente en la población negra del país: “Somos legisladores, no vengadores. Esto es una medida ineficiente y alcanza a las personas pobres, negras y excluidas”.
Tras las derrota legislativa, el presidente de la Cámara afirmó que la “batalla está lejos de terminar”, y anticipó que dentro de las próximas semanas se votará una iniciativa similar, originalmente propuesta en 1993.
Fuente: Folha.