El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo este sábado que su país continuará defendiendo los preceptos de la Carta Democrática Interamericana, y que los Gobiernos del continente tienen la obligación de respetarla.
En respuesta a la intervención en la VII Cumbre de las Américas del presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien fustigó a Estados Unidos por sus sanciones en contra de funcionarios venezolanos, sostuvo que “no encarcelar a la gente que piensa distinto a nosotros es la idea correcta”.
En ese sentido, felicitó al Gobierno de Panamá por invitar a las organizaciones independientes de la Sociedad Civil a los eventos de la Cumbre.
En una intervención previa, Correa desacreditó la labor de la Organización de Estados Americanos (OEA) y sostuvo que debían existir dos sistemas de derechos humanos para cada región, por sus diferencias históricas. Recordó en ese sentido que Estados Unidos no ha ratificado la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
El presidente norteamericano hizo énfasis en que no quería concentrar su debate en las situaciones del pasado, y en “viejos argumentos y resentimientos”. “Me encantan las clases de historia que recibo aquí”, dijo Obama sobre la intervención del ecuatoriano.
Dijo que la aplicación de los Derechos Humanos por parte de Estados Unidos “no siempre ha sido congruente”, pero que en el presente quiere avanzar en conversaciones para resultados útiles.
“Es posible usar a Estados Unidos como una gran excusa incómoda de vez en cuando (…) pero eso no va aportar progreso, eso no va a resolver el problema de los niños, analfabetos, que no tienen suficiente comida, y no hará que nuestros países sean más competitivos y productivos en una economía global”, sostuvo.
También se refirió a la situación de detenciones políticas en el continente. “Cuando hablamos [Estados Unidos] de Derechos Humanos, no tiene que ver con que pensemos que seamos perfectos, es porque pensamos que no encarcelar a la gente que piense distinto a nosotros es la idea correcta”, dijo en su discurso.
Obama recordó que ha pedido al Congreso de Estados Unidos levantar el embargo que el Gobierno tiene sobre el régimen cubano. Su intervención fue seguida por la primera particiáción del mandatario cubano en la Cumbre de las Américas.
Raúl Castro reiteró voluntad de relación con Estados Unidos
El dictador de Cuba, Raúl Castro, hizo un relato histórico sobre la enemistad con el imperialismo estadounidense, pero reiteró a Obama la voluntad de reiniciar el diálogo a pesar de las diferencias ideológica entre los Gobiernos de ambos países.
El mandatario le pidió disculpas a Obama por todas las culpas históricas que le atribuye a Estados Unidos, pero aseguró que el presidente estadounidense no tiene culpa alguna, y que es un hombre honesto.
Dijo que 97,5% de la población cubana ya ha votado por el socialismo, y que nadie puede pensar que los hermanos Castro han obligado a los cubanos a vivir bajo su sistema de gobierno.
Habló de la actualización del modelo económico cubano y del perfeccionamiento del socialismo.
Sobre Venezuela, rechazó las sanciones emitidas por Estados Unidos y dijo que es imposible que el país petrolero sea una amenaza para una potencia del tamaño del país norteamericano. Por este comentario recibió fuertes aplausos.
Cada presidente asistente debía usar ocho minutos para su discurso, sin embargo Castro utilizó más de 45 minutos. Se excusó en el hecho de que el país no había asistido a las últimas seis cumbres de la OEA.
Después, el panameño Juan Carlos Varela pidió que el resto de los jefes de Estado debía usar menos tiempo por “justicia histórica” ante la ausencia de Cuba en las últimas seis cumbres.
Obama declaró sobre reunión privada
Castro y Obama tuvieron una histórica reunión este sábado en la que conversaron sobre los pasos en el restablecimiento de sus relaciones, sin embargo alertó que Estados Unidos no está dispuesto a negociar valores universales que su país “representa”.
“Tenemos opiniones muy distintas. No vamos a dejar de hablar de temas como la democracia, los Derechos Humanos o la libertad de prensa, no porque seamos perfectos sino porque hay principios universales que nosotros representamos”, sostuvo. “No estamos aquí para cambiar regímenes sino para asegurarnos que el pueblo cubano tenga más libertades”, agregó.
El presidente estadounidense destacó que los pasos en la relación con Cuba cuentan con el apoyo unánime del resto del continente.