El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, accedió a vender obligaciones de deuda a su favor al banco estadounidense de inversiones Goldman Sachs por más de US$4.000 millones, el monto que República Dominicana le adeudaba al país sudamericano por el crudo suministrado a través del programa Petrocaribe.
De esta manera, Venezuela solo recibirá el 41 % del valor total del compromiso, es decir $1.750 millones, frente a los $2.360 millones que obtendrá de ganancia el Goldman Sachs, que continúa negociando con el Gobierno venezolano para sellar un acuerdo similar con respecto a la deuda petrolera que Jamaica mantiene con el régimen de Maduro.
“Esto es una tremenda ganga para Goldman Sachs. El único punto negativo es que se trata de una deuda a 20 años, pero el descuento es tan bestial, que Goldman se la arrancó de las manos a cambio de darle a PDVSA (Petróleos de Venezuela, Sociedad Anónima) un poquito de liquidez”, dijo una de las fuentes consultadas por El Nuevo Herald, quien decidió reservar su identidad. “Están liquidando los pocos activos que tienen, tratando de buscar el flujo de caja, el efectivo, que no tienen”, añadió la fuente.
Según datos de la Oficina Coordinadora de Negociaciones de Petrocaribe, vinculada al Ministerio de Hacienda de República Dominicana, desde su unión a Petrocaribe en 2005, el país ha obtenido crudo venezolano por $8.224 millones. De los mismos, $4.262 millones fueron financiados a largo plazo con una tasa de interés de 1% anual, que corresponde a la deuda transferida a Goldman Sachs.
Una de las razones principales por las cuales Venezuela busca imperiosamente el ingreso de dólares frescos se explica en la necesidad del Gobierno de sostener el gasto social y los subsidios que se otorgan a Cuba, Nicaragua y República Dominicana, países aliados del regímen.
La fuerte caída del barril de petróleo en los últimos meses, que pasó de $99 a $68, agravó aún más la situación.