
Benedicto Jiménez, el policía que se volvió célebre en 1992 cuando capturó a Abimael Guzmán, cabecilla del grupo peruano de extrema izquierda Sendero Luminoso, fue detenido y encarcelado este mes por presuntos vínculos con la mafia.
Jiménez se encuentra detenido desde el pasado primero de julio, mientras enfrenta un proceso judicial que lo acusa de pertenecer a una organización criminal, dirigida por el peruano Rodolfo Orellana (que está prófugo), dedicada al tráfico de tierras, lavado de activos y asociación ilícita para delinquir.
En los años 90 Jiménez dirigió el grupo que investigó y detuvo (con escasos recursos y sin apoyo político) a la cúpula de Sendero Luminoso, la organización que originó el conflicto interno armado más violento en la historia del Perú.
Luego de la captura del líder de Sendero Luminoso, el gobierno de Alberto Fujimori desactivó el equipo de investigación que Jiménez dirigía y envío a Jiménez como agregado policial a Panamá.
En el 2007, una investigación periodística reveló que unos cuatro años antes, Benedicto Jiménez habría filtrado al grupo del narcotraficante Fernando Zevallos unos correos electrónicos con los nombres de los policías antidrogas que en ese momento los estaban investigando.
En su defensa, Jiménez dijo que esos correos electrónicos eran apócrifos. Se inició entonces una investigación en la Fiscalía, pero ésta finalmente fue archivada.
Sus compañeros de trabajo, sin embargo, lo recuerda con respeto: “cuando estuvo en la DICORTE [Dirección Contra el Terrorismo] siempre fue un oficial disciplinado, correcto, amante de la lectura. No entiendo qué pudo haber pasado para que se juntara con esa gente”, mencionó a la BBC su amigo el coronel retirado Javier Palacios.
La fiscalía también investiga cómo Jiménez pudo acumular a través de los años una importante fortuna a pesar de que el sueldo de un coronel en retiro no supera los US$1.900.
Mientras duren las investigaciones la Justicia ha ordenado su detención.
Fuente: BBC.