EnglishEl gobierno mexicano se enfrentará a una prueba crucial los próximos días, ya que intentará frenar a las milicias armadas en los pueblos de las montañas de Michoacán, donde los agricultores de aguacate y recolectores de cal se han unido en grupos de autodefensa para expulsar a los gánsteres del cártel de droga.
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto comenzó la desmovilización de las milicias este fin de semana y su sustitución por una nueva fuerza, la policía de hacienda, cuyas filas serían extraídas de los propios vigilantes de las milicias.
Después de haber enfrentado el cártel de los Caballeros Templarios y haber sobrevivido, estos grupos de autodefensa no muestran signos de irse. Eriberto Sánchez, un miliciano de 30 años, dijo: “Todo el mundo tiene miedo de que el gobierno arregle un trato y el cártel vuelva” y agregó “Si la policía y los soldados mexicanos tratan de desarmar por la fuerza a las milicias se derramará mucha sangre”.
El movimiento de las milicias o grupos de autodefensa comenzó la primavera pasada en Tepalcatepec, donde los pobladores se reunieron para responder a las extorsiones y abusos de los Caballeros Templarios en la región. De allí surgió el líder José Manuel Mireles, un médico que había vivido durante años en Sacramento, y quien utilizó las redes de inmigrantes mexicanos en California para recaudar fondos para sus milicianos.
Fuente: The Washington Post.