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El régimen de Nicolás Maduro no descansa y este miércoles 20 de diciembre aprovechó para avanzar en la consolidación de un Estado totalitario. En una sesión de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente, se aprobó el “Decreto Constituyente para la Validación de Partidos Políticos”.
El decreto consiste en la prohibición de participar —en las próximas elecciones presidenciales— a las fuerzas políticas que no se inscribieron en el último proceso municipal.
Ahora, a raíz de este ilegal decreto, los partidos que no se inscribieron en el evento electoral inmediato anterior tienen que renovarse; sin embargo, según se dejó claro en la sesión de la Constituyente, estas fuerzas políticas serían invalidadas por presuntamente atentar contra “el derecho al sufragio de los venezolanos”.
“Con este instrumento legal se protegerá al sufragio del pueblo, ante los embates de sectores de la derecha que han pretendido boicotear procesos electorales, como ocurrió el 30 de julio con la elección de la Asamblea Nacional Constituyente”, dijo la presidenta del organismo ilegal, Delcy Rodríguez.
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Asimismo, la constituyente y exministra para el Servicio Penitenciario, Iris Varela, celebró la arbitrariedad: “Yo veo este decreto como un acto enorme de justicia. Que se sepa que aquí todos los venezolanos no es que tenemos una democracia representativa; nosotros eso lo trascendimos y nos ha costado sangre, sudor y lágrimas mantenerlo”.
“Aquí, el establecimiento de la democracia participativa y protagónica no es un saludo a la bandera, es un deber de quienes defendemos esta patria y estamos dispuestos a dar nuestra vida por ello”, continuó Varela.
La oposición venezolana había decidido abstenerse de participar en las elecciones municipales, luego del fracaso de las regionales del pasado domingo quince de octubre. De acuerdo con la dirigencia de la Mesa de la Unidad Democrática que participó en las regionales, ese domingo el chavismo cometió un fraude y le arrebató varias gobernaciones.
Sin embargo, la tesis del fraude se fue desmoronando debido a que la oposición no se preparó. Muchos fueron los que advirtieron sobre la participación en un proceso fraudulento sin las condiciones adecuadas.
Por la presión de algunos líderes y de parte de la sociedad, la Mesa de la Unidad Democrática decidió no inscribirse en esta oportunidad —aparentemente las condiciones ahora sí no eran adecuadas—.
Al final unos partidos sí lo hicieron y otros no. No obstante, destaca que las principales fuerzas opositoras, Primero Justicia, Voluntad Popular y Acción Democrática se abstuvieron. Ahora no podrían presentar candidatos para las próximas elecciones presidenciales en 2018.
https://twitter.com/ANC_ve/status/943550636850900994
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Pero no hay sorpresas. Desde que el chavismo empezó a promover la Constituyente, se planteó la posibilidad de suprimir la disidencia. También, el ilegítimo decreto obedece a una amenaza reciente de Nicolás Maduro. El día de las elecciones municipales, el dictador dijo: “Partido que no haya participado hoy y haya llamado a participar en boicot, no puede participar más. Desaparecerán del mapa político”.
Lo de hoy se trata de una arbitrariedad, pero continuada. El pasado 30 de julio se terminó de dinamitar la República. Esto es solo otro paso para la configuración y consolidación del Estado totalitario. Y aún, la mayoría no lo entiende: si desde hace cuatro meses impera un Estado totalitario, no hay espacio que valga. Todo debe pasar por desmontar primero la Constituyente.
Se podría ser ingenuo, pero se espera que frente a esta arbitrariedad la respuesta no sea “más diálogo”. Es criminal insistir con la ruta de la dictadura.
