Este fin de semana un grupo de ambientalistas amenazó con “guerra de guerrillas” contra el oleoducto Keystone XL, que recientemente fue aprobado por la administración del presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump.
El Keystone XL es un sistema de oleoducto entre Canadá y Estados Unidos cuya propiedad pertenece a la empresa TransCanada Corporation. Va desde la Cuenca Sedimentaria de Canadá Occidental en Alberta hasta Illinois y Texas.
El proyecto fue demorado debido a que amenazaba, presuntamente, el ambiente; hasta que en 2015 fue detenido por el expresidente de Estados Unidos, Barack Obama. Luego, el 24 de enero, Trump aprobó la culminación del oleoducto Keystone XL.
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Ahora, frente a la decisión de Trump, los grupos ambientalistas informaron el lanzamiento de dos estrategias para bloquear la realización del oleoducto. Primero, intentarán utilizar un proceso de revisión estatal en Nebraska para impedir la culminación del Keystone XL por la vía legal. No obstante, hay otra estrategia un poco menos convencional.
La segunda parte del plan es utilizar la táctica de “guerra de guerrillas”, la cual consistirá en protestas e, incluso, en establecer campamentos en el paso del oleoducto para evitar la construcción.
“Nuestra dedicación para detener este oleoducto no se debe solo para determinar el futuro de nuestras vidas como seres humanos, sino también para el futuro de todas las generaciones. Nos mantenemos fieles a los entendimientos de proteger a la madre tierra al máximo grado”, dijo el director de la Red Indígena Ambiental, Tom Goldtooth.
Fuente: Washington Times