La derrota del partido Podemos en las elecciones europeas es un golpe bajo para los miembros y fundadores del grupo izquierdista. De tener seis escaños en la Unión Europea, ahora pasaron a tener solo dos, lo cual se transforma en una debacle evidente ante los ojos de los españoles y del resto del continente. Sin embargo, es raro cuando los socialistas aceptan este tipo de resultados.
Pablo Iglesias es prueba de eso. Después de anunciar en 2021 que abandonaba la política tras los desastrosos resultados para Podemos en las elecciones a la Asamblea de Madrid, ahora aparece para emitir en nombre de Unidas-Podemos una “alerta fascista”, calificativo similar al que usaron el dictador venezolano Nicolás Maduro y su homólogo colombiano Gustavo Petro, tras darse a conocer los resultados de las elecciones europeas, donde la derecha confirmó su avance en la región.
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Así, Iglesias pretende volver a los titulares desconociendo los resultados y convocando a “feministas, organizaciones de trabajadores, movimientos estudiantiles, colectivos LGBTI” y demás agrupaciones ideológicamente afines para protestar contra la voluntad de millones de españoles. Más del 34,2 % para ser exactos si se hace referencia a quienes depositaron sus votos a favor del Partido Popular (PP) y otro 9,62 % en lo que respecta a quienes se inclinaron por Vox. Incluso, Se Acabó la Fiesta, fundado en abril de este año, lo superó con 4,59 % de los votos, traduciéndose en tres escaños.
“Podemos” sin fuerzas para continuar
El fundador de Podemos y amigo del chavismo, se encarga de caldear los ánimos desde el principio al exhortar “movilizarse para defender las libertades, la justicia social y la democracia”, argumento irónico si se menciona que justamente el partido izquierdista pierde tras un proceso electoral legítimo producto de un sistema, precisamente, democrático.
“No tenemos ningún miedo a la extrema derecha. Vamos a presentar compromiso y antifascismo militante”, dijo Iglesias apelando de nuevo a un adjetivo desubicado, pero difícil de entender para políticos de la izquierda, quienes prefieren emplear el término erróneamente para arrastrar militancias.
La desesperación de Iglesias lo hace omitir que solo tres municipios los eligieron por encima de los demás partidos: Albendiego (Guadalajara) con 58 % de los apoyos, de acuerdo con el recuento que menciona el portal AS. Luego, está en el municipio de Valle de Zamanzas (Burgos), con el 25,9 % de los sufragios; seguido por un resultado de 58,89 % en Marinaleda, Sevilla. En total, Podemos recibió en todo el país 571.902 votos (3,28 %) para conseguir los dos escaños que ocuparán la ex ministra de Igualdad Irene Montero y la exdiputada de la Asamblea de Madrid, Isa Serra y por los que recibirán al menos 279.638 euros anuales.
Ataque a “la derecha desquiciada estilo Milei”
Iglesias completa sus declaraciones con un artículo donde menciona “la irrupción de la ultraderecha desquiciada estilo Milei” en España a manos de Alvise Pérez, fundador de Se Acabó la Fiesta. A su juicio, la aparición del partido “hace que el conjunto del bloque avance entre tres y cuatro puntos porcentuales según como se contabilice”.
Luego de varios argumentos que minimizan también el triunfo del PP, Iglesias asegura que el partido izquierdista que ayudó a fundar ha sido “capaz de levantar unas encuestas que hace dos meses les daban un escaño europeo o ninguno —al borde de la desaparición—”. No obstante, Iglesias pretende simular que en efecto, Podemos se enfrenta a una caída libre.