Pescadores en Alaska entregarán en los próximos días al FBI lo que podría ser un globo espía chino que cayó en ese estado para que los funcionarios lo analicen y determinen si otra vez el régimen de Xi Jinping está incursionando sin permiso sobre Estados Unidos. Los expertos lo esperarán en la costa para luego llevarlo a un laboratorio en Virginia.
Los pescadores compartieron fotografías del objeto con las autoridades, dijeron fuentes a CNN. A pesar de no haber confirmado que se trate de un globo, el FBI sí determinó “que era lo suficientemente similar en apariencia a un globo de vigilancia propiedad de un gobierno extranjero”.
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Apenas ha pasado un año desde el sobrevuelo de un globo espía chino que conmocionó a los estadounidenses y alertó al Pentágono. El propio secretario de Defensa, Lloyd J. Austin, confirmó que el aparato “estaba siendo utilizado por la República Popular China en un intento de vigilar sitios estratégicos en los Estados Unidos continentales”. Lo derribaron por orden de Joe Biden pero el tema quedó allí. Desde Pekín no se pronunciaron sobre las intenciones de espionaje, sino que lo tildaron de un “dirigible” civil con fines de investigación meteorológica. Con ese precedente, el episodio parece repetirse.
¿Qué quiere espiar China?
Aunque un solo globo detonó el escándalo el año pasado, en realidad una flota de globos habría realizado al menos dos docenas de misiones en los cinco continentes, según autoridades de EE. UU. La maniobra también sirve al régimen chino para intimidar, como lo hizo con Taiwán antes de las elecciones presidenciales de enero.
En los primeros once días de este año, 24 globos cruzaron la línea divisoria entre China y Taiwán y 11 de ellos pasaron por encima de la isla. Fue la manera con la que Pekín pretendió advertir a los votantes taiwaneses de no sufragar a favor de Lai Ching-te, con una posición pro estadounidense y defensor de la independencia de ese país. Al final, él ganó las elecciones. La intimidación china no dio resultado.
Ahora resta que el FBI haga las investigaciones pertinentes y comunique los hallazgos. Cuando derribó aquel objeto en febrero de 2023, el Pentágono dijo que el globo espía chino “no recopiló información de inteligencia mientras sobrevolaba el país”, pero descubrieron que utilizaba internet estadounidense para enviar datos a China.
Esta vez las autoridades aseguran que “trabajarán para ayudar con la logística de la recuperación de escombros”, es decir, de lo que podría ser el nuevo globo. El tema no debería pasar inadvertido en pleno año electoral y cuando se juegan asuntos importantes en la política exterior estadounidense, dependiendo de quién llegue a la Presidencia, si el expresidente republicano Donald Trump o el actual mandatario, el demócrata Joe Biden.