
Si algo ha sido noticia en los últimos años es la creación de distinto tipo de armamento por parte del comunismo chino. Una semana atrás salió a la luz cómo Pekín desarrolló la capacidad de utilizar radares de otros países para una hipotética guerra, pero desde 2021 Estados Unidos admitió su preocupación por un misil hipersónico probado por China capaz de rodear la Tierra.
La última novedad es que científicos de un laboratorio de investigación en Chengdu realizaron un simulacro de cómo el Ejército Popular de Liberación (EPL) podría usar armas espaciales para atacar a un grupo de portaviones estadounidenses. Para elevar las preocupaciones, el científico Liu Shichang dijo que los misiles “no fueron detectados porque el sistema de armas electromagnéticas espacial de China estaba suprimiendo los radares de los barcos”, según lo que informa South China Morning Post.
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Esto enciende las alarmas por las evidentes tensiones entre Pekín y Washington, las cuales están lejos de disminuir tras los resultados de las elecciones en Taiwán, donde ganó el candidato pro Occidente, y las evidentes intenciones del dictador Xi Jinping de invadir la isla. Además, el laboratorio que realizó dicho simulacro también trabaja en equipos de guerra electrónica para el EPL.
Misiles dirigidos desde el espacio
El simulacro hecho por computadora demostró que los misiles chinos tuvieron respaldo de varios satélites de guerra electrónica de órbita baja que estaban ubicados sobre los portaviones estadounidenses. Al estar en el espacio, también operan más allá de las fronteras nacionales, “por lo que pueden movilizarse rápidamente por todo el mundo y cubrir un alcance de combate más amplio”.
Esta noticia no es descabellada si se considera que desde los laboratorios chinos ya venían trabajando en un material de protección térmica para vehículos que viajan a hipervelocidad. Algo que también podría aplicarse a posibles ojivas lanzadas por misiles. El rompecabezas de las iniciativas chinas termina de armarse cuando se da a conocer este simulacro para destruir armamento estadounidense.
La cereza del pastel son las estimaciones de los científicos: creen que dos o tres satélites “serían suficientes para atacar a un grupo de portaviones, mientras que una constelación de sólo 28 satélites bastaría para un ataque global”.
Problemas con Biden y las tierras chinas en EEUU
A todo este contexto del desarrollo bélico chino se suma el hecho de que la Administración Biden parece aletargada frente a las continuas amenazas al equilibrio geopolítico mundial. No menos importante es que desde la Casa Blanca no están haciendo un seguimiento adecuado de la propiedad extranjera de tierras agrícolas estadounidenses, de acuerdo con un informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de EE. UU. (GAO).
El problema radica en que el Departamento de Agricultura (USDA) “no ha compartido sistemáticamente datos oportunos sobre inversiones extranjeras en tierras agrícolas como lo exige la Ley de Divulgación de Inversiones Extranjeras Agrícolas (AFIDA) de 1978”, según reseñó Fox News.
El tema le ha traído problemas al gobierno demócrata en el Congreso, donde le exigen regular la propiedad extranjera de bienes raíces estadounidenses. Aún así, el USDA “tampoco tiene planes ni cronogramas para crear una base de datos en línea a pesar de que el Congreso ordenó a la agencia crear una para 2025”. Así avanzan las cosas en las relaciones entre China y EE. UU. con uno presionando bélicamente para superar a su enemigo, y el otro que parece no poner límites para contrarrestar la ofensiva de Pekín.