Los ataques del grupo terrorista Hamás contra Israel y el lamentable saldo que continúan dejando los enfrentamientos, provocan debates dentro del Congreso de Estados Unidos. Uno de los más importantes hasta ahora es la falta de presidente en la Cámara de Representantes, ya que Kevin McCarthy fue destituido de ese cargo hace una semana.
Sin un presidente en la Cámara baja estadounidense, no es posible autorizar paquetes de ayuda de emergencia a Israel. Además, la prensa de EE. UU. reseña que no está claro si el ahora presidente interino, el republicano Patrick T. McHenry, tiene permitido el acceso a información clasificada en relación con la guerra. La opción que luce más viable es la de restituir a McCarthy, algo que “algunos republicanos están considerando”, según un reporte de Washington Examiner.
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“Los ataques de Israel tienen a los moderados defendiendo a la única persona que realmente puede unirnos: Kevin McCarthy”, aseguró un legislador republicano de la Cámara de Representantes. Por otro lado, se sopesa que la elección de un nuevo presidente podría llevar varios días. De hecho, antes de elegir a McCarthy, la Cámara baja tuvo que hacer 15 rondas de votación en enero de este año. Tiempo que no existe en medio de la guerra.
La importancia de la Cámara baja
El papel de la Cámara baja es aún más importante en estos momentos porque se encarga de dar seguimiento a las decisiones del presidente del país, en este caso, Joe Biden. Los ojos del mundo libre están sobre el mandatario demócrata por el peso que tiene el apoyo militar y económico de EE. UU. a Israel. Pero además, se confirmó oficialmente el asesinato de 14 estadounidenses en la guerra. Es decir, Washington está directa e indirectamente tocado por el conflicto.
Sumado a eso, continúan las críticas a Biden por el fondo de 6000 millones de dólares que hace un mes concedió a Irán, financista de Hamás. Esto resonó en la opinión pública cuando los terroristas enviaron más de 5000 cohetes sobre Israel. Ahora, desde el Congreso le piden congelar la entrega de ese dinero. Por ejemplo, la representante Marjorie Taylor Greene advierte a Biden que si no vuelve a congelar el dinero, “estará ayudando a los terroristas”.
La Casa Blanca trata de desligarse del asunto. Dicen que luego de analizar información “no vieron pruebas tangibles de que Irán estuviera directamente involucrado en la planeación o la ejecución del ataque”, pero eso no calma la polémica, menos aún cuando Ali Jameneí, líder supremo de Irán, manifiesta su “orgullo” por Hamás. “Besamos la frente y las manos de los inteligentes y habilidosos diseñadores de esta operación y de la juventud palestina, estamos orgullosos de ellos”, dijo. Mientras tanto, las redes sociales se saturan con imágenes de la masacre.
Florida ampliará sanciones contra Irán
Lo que sí está claro es que en Florida ponen manos a la obra en respuesta a la guerra. El gobernador Ron DeSantis anunció que en ese estado “están tomando acciones” para “expandir las sanciones contra el régimen iraní”.
“Cuando Irán obtiene más dinero no lo utilizan para mejorar la vida del pueblo iraní. Lo utilizan para financiar el terrorismo en todo Oriente Medio y en todo el mundo”, dijo en conferencia celebrada en la sinagoga Shul, de Bal Harbour, al norte de Miami Beach.
En resumen, la política estadounidense atraviesa horas tensas en las que debe definir asuntos internos. Mientras tanto, en Medio Oriente la guerra deja 900 muertos y 4500 heridos en la Franja de Gaza, sumado a más de 900 muertos y 2600 heridos en el lado israelí.