Un nuevo episodio de persecución contra simpatizantes del presidente Jair Bolsonaro llegó de la mano de Alexandre de Moraes, ministro del Supremo Tribunal Federal de Brasil (STF). No conforme con las órdenes que ha emitido en los últimos meses, y que tanto él como Luiz Inácio Lula da Silva cerraron el capítulo electoral en Brasil con nuevas amenazas, ahora el magistrado emitió más órdenes de aprehensión.
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Esta vez es contra el periodista Oswaldo Eustáquio y el humorista Bismark Fugazza. El presunto motivo: haber participado en protestas contra la elección a favor del izquierdista como próximo presidente y que Eustáquio estaría “incumpliendo las condiciones impuestas para su libertad”. Es así, como el periodista y bloguero nuevamente se convierte en el objetivo de la llamada “dictadura de la toga”, la cual anteriormente lo apresó y golpeó salvajemente, como él mismo denunció.
Oswaldo Eustáquio dijo al portal UOL que “no tiene miedo a ser detenido”. Además, aclaró que el STF no puede usar como excusa la medidas cautelares ya que “la indagatoria a la que respondía está archivada”. Hasta el 26 de diciembre permanecía en su casa esperando a funcionarios de la Policía Federal.
#BRAZIL: Supreme Court Justice Alexandre de Moraes issues an arrest warrant against the comedian Bismark Fugazza and journalist Oswaldo Eustáquio days after both filed a petition in the Inter-American Court of Human Rights against Moraes for “freedom of speech violations” pic.twitter.com/gqYa9Mwkxw
— Direto da América (@DiretoDaAmerica) December 26, 2022
La denuncia ante la CIDH
Oswaldo Eustáquio es cercano ideológicamente al proyecto de gobierno del presidente Jair Bolsonaro, al igual que el humorista Bismark Fugazza. De ahí la persecución. Además, puede que exista otro motivo detrás de la orden de Alexandre de Moraes: la denuncia de ambos en su contra ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
Así lo asegura el bloguero, quien junto al comediante acudieron ante el organismo internacional días antes para presentar el recurso. Desde allí acusaron al magistrado de “detenciones temporales decretadas ilegalmente”, violar “los derechos a la libertad de expresión”, así como aplicar “multas desproporcionadas” sin el debido proceso.
Que la decisión de Moraes sea una retaliación por la simpatía de ambas personas hacia Bolsonaro, es decisión de quien observa la continua persecución contra voces conservadoras brasileñas. A mediados de diciembre la Policía Federal ejecutaba por petición del magistrado más de 100 órdenes de allanamiento y captura en ocho estados brasileños además del Distrito Federal. Para ese momento se supo que la Justicia investigaría al presidente Bolsonaro y varios diputados a pedido del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT). “Si hay una orden e captura es por venganza personal por haberlo denunciado ante la CIDH”, declaró el periodista.
La excusa con los «actos antidemocráticos»
Las protestas por las cuales de Moraes ordenó la detención del comediante y del humorista son las que ocurrieron alrededor del 12 de diciembre. Un día antes, el actual presidente Bolsonaro había recibido a sus seguidores que se trasladaron al Palacio da Alvorada.
Luego de eso, medios izquierdistas reportaron que supuestos simpatizantes del mandatario habían desencadenado protestas violentas por la detención del cacique José Acácio Serere Xavante. Este quedó detenido por orden del Tribunal Supremo, que lo acusó de supuestamente organizar “manifestaciones antidemocráticas en diversos lugares de Brasilia”.
Esa es la gran premisa usada por el aparato judicial brasileño para arreciar la persecución desde la segunda vuelta electoral el pasado 30 de octubre. La participación en «actos antidemocráticos». Con ese señalamiento, continúa emitiendo órdenes de aprehensión que despejen el camino para la juramentación de Lula da Silva el próximo 1 de enero de 2023.