Han pasado casi 20 días desde que ciudadanos de Cuba salieron a las calles para reclamar por la deplorable situación del país. No hay libertades económicas, políticas, ni sociales. En la isla han hecho mella los 62 años de dictadura. Las imágenes de las protestas que comenzaron el 11 de julio dieron la vuelta al mundo, desenmascarando al régimen que siempre ha culpado a Estados Unidos de sus desaciertos.
Actualmente hay cientos de detenidos. Hoy también la persecución en Cuba por parte de las fuerzas del régimen castrista se ha enardecido y han desarrollado métodos para aislar aún más a los ciudadanos que se manifiestan en contra de la dictadura. La interrupción del acceso a internet es una de las medidas que se han condenado con mayor fuerza por la comunidad internacional, recientemente.
Asimismo, se ha vuelto una práctica común la realización de juicios sumarios a quienes manifestaron, imponiendo sentencias que hasta los momentos alcanzan el año de cárcel, sin la posibilidad de contar con abogados defensores.
Para conocer a fondo la situación de la isla tras las protestas y qué podría ocurrir en días posteriores, PanAm Post entrevistó a Antonio González Rodiles, activista político cubano y titular de Estado de SATS, proyecto independiente que fomenta la discusión sobre la actual política en la isla y la persecución en Cuba.
¿Cómo está hoy Cuba?
El control y la persecución permanecen tras las protestas en Cuba. Muchas veces las personas no pueden permanecer en parques públicos y el servicio de internet continúa con interrupciones, indica Rodiles de acuerdo con información enviada por activistas desde la isla. El grupo de monitoreo de internet, NetBlocks, reportó desde el 12 de julio la suspensión parcial de las redes sociales y las plataformas de mensajería. Actualmente, el servicio sigue fallando por varias horas.
“Siguen pasando por las casas de personas que estuvieron en las protestas. Están revisando videos e identificando a quienes no habían visto antes”, detalla el activista. Para Rodiles, la cifra de detenidos podría ser “mucho mayor” a la que registran organizaciones independientes. “La seguridad del Estado advierte a los familiares de los detenidos que no vayan a contactar ninguna agencia de noticias extranjera o activistas, porque les va a ir peor”.
La posibilidad de que las protestas establezcan un precedente contra la dictadura o pasen al olvido, dependerá del apoyo que reciban los ciudadanos, los activistas y la población civil en general. No solo se trata de resoluciones internacionales, sino del respaldo de la diáspora cubana, del apoyo político y económico de gobiernos y ayudas para lograr mejorar la conexión a internet. “Si no hay apoyo, va a ser difícil que la gente vuelva a revelarse”.
La situación en el Ejército
Ha sido noticia que cinco militares cubanos fallecieron desde el pasado 18 de julio. Oficialmente se desconocen las razones, lo que ha dado lugar a dudas o sospechas del por qué tantas muertes en menos de 10 días. El activista recuerda que cuatro de ellos son octogenarios retirados, sin puestos de importancia. Por ende, afirma que estas muertes podrían estar más asociadas con la pandemia por COVID-19, debido a que los contagios quizá sean mucho mayores de lo que admite el régimen.
Un balance del 8 de julio del Ministerio de Salud Pública (Minsap), replicado por EFE, informó dos nuevos récords diarios absolutos desde el inicio de la pandemia: el de casos de COVID-19 con 3819 y el de fallecidos con 26.
Otro de los cinco militares muertos fue Agustín Peña, máximo jefe del Ejército Oriental de Cuba, uno de los rangos más altos. “Este hombre sí estaba activo. Ahí habría que cuestionarse, pudiera haber algo detrás, pero los otros lo asocio más a que la pandemia es mucho peor de lo que dicen”, indica.
Por otro lado está la situación actual del Ejército. En medio de las protestas trascendieron presuntas diferencias internas entre militares de la vieja guardia y generales jóvenes, según una publicación del diario ABC. “Es el mismo caso del Ejército venezolano, incluso hasta peor en el caso de Cuba porque tiene mucho más control. Para que exista una fractura la situación interna tiene que ser mucho más crítica. Más muertes en las calles y un levantamiento de millones de personas. En ese caso sí pudieran surgir fracturas en el Ejército”.
Juicios sumarios
“De juicio no tiene nada”, indica el coordinador de Estado de SATS al referirse a los procesos supuestamente legales impuestos a los manifestantes, que no son más que una manera de arreciar la persecución en Cuba. En la primera tanda de condenados estuvo Anyelo Troya, cineasta y productor del video de «Patria y Vida». Su familia fue informada del juicio tan solo horas antes, sin la posibilidad de contar con un abogado. Recibió un año de cárcel.
Solo hay 163 personas liberadas de los 704 detenidos registrados en la web cubamissing.com creada por activistas, voluntarios y organizaciones no gubernamentales como Raíces de Esperanza y Cubalex. El escenario indica que los juicios sumarios podrían continuar. “El fin es dar castigos ejemplarizantes y que cunda el terror, es lo que hicieron a partir de la tarde del domingo 11 de julio para palear y golpear a la gente que salió”, asevera.
Los familiares pueden hacer denuncias, pero no hay recursos con carácter vinculante para el régimen recule sobre las sentencias, indica Rodiles. “No hay sistema jurídico ni legal en Cuba, eso no existe. Es una pantomima. Quien decide esos procesos es la seguridad del Estado, y cuando esta le dice a un juez lo que tiene que hacer, o lo hace o va preso”.