En Florida las reglas están cambiando luego de más de un año bajo las restricciones de la pandemia. A partir del 1 de julio los ciudadanos de este estado de la Unión Americana ya no tendrán que presentar de manera obligatoria el certificado de vacunación en empresas, escuelas e instituciones gubernamentales.
La efectividad de la vacunación y el ritmo de aplicación son la base para el gobernador Ron DeSantis, quien promulgó un proyecto de ley con esta nueva orden. Además, le otorga la posibilidad de invalidar todas las órdenes de emergencia restantes contra el COVID-19 si estas “restringen innecesariamente los derechos o libertades individuales”. Por ejemplo, el uso de mascarillas y el distanciamiento social.
De esta manera, Florida volverá pronto al ritmo de vida que tenía antes pandemia. Para DeSantis, los gobiernos estadales se han excedido en su autoridad al poner restricciones a empresas y mantener a los niños fuera de la educación presencial. El proyecto de ley recién promulgado busca precisamente proteger a Florida de los controles impuestos desde el Gobierno Federal.
“Si tenemos vacunas generalizadas que tienen una efectividad superior al 99 %, ¿cuál es la base de evidencia para que alguien use una máscara ahora?”
Adiós a controles definitivos
Hay otras novedades dentro de la nueva ley. Por ejemplo, los poderes de emergencia locales quedan limitados. Toda orden de emergencia local —a excepción de huracanes— tendrá un límite de incrementos de siete días “y solo podrá extenderse a una duración máxima de 42 días”. Es decir, se plantean directamente cambios a la Ley de Manejo de Emergencias del estado, que anteriormente establecía que las órdenes podían extenderse indefinidamente.
“El proyecto de ley garantiza que ni el estado ni los gobiernos locales puedan cerrar negocios o mantener a los niños fuera de la instrucción presencial a menos que justifiquen situaciones exigentes y continuas”, dijo el gobernador en rueda de prensa.
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— Ron DeSantis (@GovRonDeSantis) May 3, 2021
Sobre las empresas, escuelas e instituciones, estas aún podrán pedir a las personas que usen mascarillas, pero los gobiernos locales no pueden exigirlo. Los proveedores de atención médica quedan exceptuados de la medida, estos sí podrán exigir certificados de vacunación.
La evolución de Florida
Si bien la nueva ley es un avance para las libertades individuales, Florida ya venía relajando restricciones para apostar por la economía y el bienestar financiero de los habitantes.
Restaurantes y bares quedaron exceptuados de las prohibiciones por COVID-19 en septiembre del año pasado. Desde esa fecha pudieron operar a plena capacidad con protocolos de distanciamiento social limitados, marcando un momento importante para la industria. La orden exigía a los gobiernos locales justificar cualquier restricción relacionada con COVID-19 en restaurantes y bares, indicó Reuters.
Walt Disney World también abrió sus puertas hace meses. En julio del año pasado cientos de visitantes regresaron al parque en Florida con medidas sin que se registraran brotes importantes. Los medios en EE. UU. habían presagiado una catástrofe que no ocurrió. Funcionarios de salud pública y los sindicatos de Disney dijeron en octubre que no había brotes de coronavirus entre los trabajadores o invitados, informó The New York Times. Ahora, 293 días después, el parque de Disneyland en California anunció la misma decisión de abrir sus puertas, una medida que toma con bastante retraso la administración demócrata.
Este año, a modo general, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) actualizó su guía de medidas contra el COVID-19, indicando que los ciudadanos completamente vacunadas pueden salir sin mascarilla y entrar a algunos lugares cerrados con pocas personas. Florida ha vacunado aproximadamente al 40 % de su población, según cifras del Departamento de Salud. Además, el estado no exige documentos de residencia para recibir las dosis.
Esta accesibilidad a las vacunas impulsó el proyecto que hoy se convierte en ley para eliminar las restricciones en Florida. “Nos enfocamos en ayudar a la gente. Queríamos que la gente volviera a trabajar. Queríamos que nuestros hijos estuvieran en la escuela”, dijo DeSantis.