![El influencer polaco que trepaba un edificio en Puerto Madero y fue detenido.](https://cdn.panampost.com/wp-content/uploads/2024/06/Macri.jpg)
La aprobación de la Ley Bases en la Cámara de Senadores esta última semana hizo que una noticia argentina, que pudo haber sido más relevante, pase algo desapercibida. Aunque se discutió en los medios de comunicación, la actualidad política la dejó rápidamente en la sección de archivo.
¿Qué pasó? Un influencer polaco, que se especializa en trepar altas alturas, fue “rescatado” cuando estaba a punto de cumplir un ambicioso objetivo: trepar sin seguridad ni arnés un edificio de treinta pisos en la zona de Puerto Madero (Ciudad Autónoma de Buenos Aires).
Aunque los periodistas y las autoridades utilizaron el término “rescate”, Marcin Banot no necesitaba ser “rescatado”. Estaba lo más bien, a cinco pisos de cumplir con su intrépido desafío. Pero, aunque no lo venció la altura, sí sucumbió ante el estatismo gobernante del PRO de la capital porteña.
Curiosamente, el “rescatado” terminó detenido y recién en las últimas horas pudo recuperar su libertad. Como era de esperar, aguarda un proceso por sus acciones, que viralizaron en tiempo real en todas las redes sociales de Argentina.
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Él es Marcin Banot, un youtuber polaco que vino de visita a Argentina y escaló 25 PISOS (!) de un edificio en Retiro sin NINGÚN TIPO DE PROTECCIÓN, arnés o soga que lo respalde.
Al hacerlo, llevaba una CAMISETA DE MESSI PUESTA.
Realmente increíble. 🇦🇷🙏🏻pic.twitter.com/P55oc66DPq
— PDF (@pibedefiorito) June 12, 2024
Las autoridades le imputan el delito de violación de propiedad. Quieren que el imputado pague el operativo y que, además, no pueda volver a entrar al país. El polaco no cuenta con antecedentes penales ni policiales en ningún lugar del mundo. Claro que cuando unos delincuentes ocupan ilegalmente una propiedad, pero sin dejar ingresar a sus legítimos dueños, nunca se ven resoluciones tan expeditivas.
Claro que si alguien tenía el derecho de imputarle ese delito serían los dueños del edificio. Pero no. El que se aboga esa representación es el Estado, trayendo a la actualidad un viejo vicio del Derecho Penal, que persigue de forma ineficiente lo que se consideran “delitos sin víctima”.
Lo que hay que destacar en esta situación es que, si en algún momento estuvo en riesgo la vida del “rescatado” e “imputado”, fue durante la imprudente intervención de los bomberos, que actuaron bajo órdenes políticas. Si la odisea de trepar un edificio sin medidas de seguridad fue una imprudencia, después de todo es un riesgo del individuo que decidió emprender semejante “aventura”. Lamentablemente, el estatismo ha hecho estragos en las cabezas de las personas, que ven como normal esta intervención. Mucha gente considera que el Estado tiene que salvarnos de nosotros mismos.
Esta concepción, cuando se aplica a todos los órdenes de la vida, no hace otra cosa que generar Estados fallidos y sociedades adolescentes, con individuos de todas las edades que no pueden distinguir ni decidir por ellos mismos.