En Argentina, cuando un ministro de Economía termina de dar un mensaje al país explicando algunas medidas relevantes, hay que esperar hasta el otro día para ver como fueron recibidas. Aunque hay preocupación por la difícil situación heredada, es evidente que la ciudadanía comprendió que la crisis no tiene nada que ver con la nueva gestión y que el camino a recorrer será muy duro en sus primeros pasos. Es por eso que cuando terminó de hablar ayer Luis Caputo no hubo ningún cacerolazo ni protesta. Sí comprensión y, lógicamente, expectativas.
Apenas se confirmó la noticia que el “dólar oficial” iba a pasar de 400 a 800 pesos, los medios afines al kirchnerismo, más enojados que nunca, ya que se les acabó la pauta publicitaria, comenzaron a hablar de una bruta devaluación. Los más alejados de la matemática y del mismo razonamiento mínimo, hablaron de una “devaluación del 100%” (eso sería que el valor no pasa a ser la mitad, sino directamente cero) hasta en televisión. Sin embargo, lo cierto es que cuando hay un tipo de cambio fijado artificialmente (no un precio), cualquier movimiento que tenga por debajo del valor del mercado es un “sinceramiento” y no una “devaluación”. Si en la calle necesito 1050 pesos, como hasta este martes, para comprar un dólar, cualquier movimiento que tenga lugar por una cifra menor que esa en el restringido mercado oficial no puede considerarse como una acción devaluatoria, sino que es un paso en la dirección correcta que acortó la brecha y permite generar incentivos, para que los exportadores liquiden y puedan darle algo de aire al fisco, en esta etapa de complicada transición.
Claro que la pregunta estaba planteada en cómo iba a reaccionar el blue (dólar libre) ante semejante movimiento. Lo cierto es que la cotización del dólar real, prácticamente no se movió. Lo que se trata de una clara señal que el mercado, es decir, todos los agentes económicos, están mirando con buenas expectativas la hoja de ruta de Milei y Caputo.
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Mientras que este martes, como dijimos, la cotización del blue era de 1050, hoy se movió solamente 20 pesos y cotiza en la calle a 1070. Entre las cosas que se dijeron en los últimos días, los críticos del nuevo gobierno señalaban que cuando comience el proceso de acomodar los precios relativos, el dólar blue treparía a 2000, 2500 pesos o más. No pasó.
Lo que sí tuvo lugar es una baja en el riesgo país, que cayó 3,57 % en las últimas 24 horas, para quedarse en 1822 puntos. Otra inequívoca señal de confianza. Mientras tanto, en Wall Street las acciones argentinas también se movieron al alza, con una suba del 3 %. En Buenos Aires el Merval trepó un 6 %, lo que confirma las buenas expectativas que hay con el cambio de rumbo, a pesar de la difícil coyuntura que enfrentaremos los argentinos.
Claro que no todo son buenas noticias, aunque las malas sean parte de lo inevitable del proceso. En hacienda, la carne tuvo un incremento del 44 %, por lo que seguramente impacte en el precio de carnicería y las góndolas de supermercado, donde se esperan varios aumentos en las próximas horas. Por ahora, a pesar de la prédica del kirchnerismo, que pretende asociar la crisis al plan de Milei, la ciudadanía comprende que se están sincerando los precios y variables, que el gobierno anterior distorsionó con fines electorales. La gran pregunta pasa por si la curva puede comenzar a cambiar a tiempo, para que la situación económica comience a revertirse antes de las elecciones de medio término de 2025. Que este año que comienza será durísimo, no hay ninguna duda. Lo único que podemos hacer desde aquí es recordar a los verdaderos responsables del desastre y explicar que ha comenzado a transitar el único camino posible para cambiar la historia.