Era cuestión que pasar de un momento a otro. Una vez más, viendo cómo y cuándo se administra la noticia, los portales argentinos dicen que el dólar blue cotiza 945 pesos. Lo cierto es que, llegando al mediodía, no se consigue un “verde” por menos de 1030 pesos en ninguna cueva. Es decir, el billete de máxima denominación en Argentina (2000 pesos) ya no compra ni dos dólares.
Siguiendo la tradición de apuntar hacia otro lado, como sucedió durante todo el gobierno de Alberto Fernández, ahora la culpa la tiene Javier Milei. Durante estos últimos cuatro años se responsabilizó a Mauricio Macri, al Fondo Monetario Internacional, a la sequía del campo y a la guerra de Ucrania. Ahora, con Fernández desaparecido (con los dos Fernández desaparecidos, en realidad) el mandatario de facto es el ministro de Economía y candidato Sergio Massa. Pero, siguiendo la tradición del fracasado gobierno del Frente de Todos, Massa le echa la culpa a Javier Milei. Insólito.
¿De qué se agarra el ministro/candidato para decir que el referente de La Libertad Avanza está involucrado en lo que sería una nueva corrida? De unas declaraciones radiales de Milei de ayer, donde recomendó a los argentinos no renovar los plazos fijos.
Claro que esta recomendación tiene que ver con la decisión que puedan tomar muchas personas, pero lo cierto es que, a diferencia de cómo se señala, lo de Milei más que un “ataque al peso” es una sabia recomendación para la ciudadanía. Es que, no hay ninguna posibilidad que una tasa de interés pueda superar a la depreciación actual y futura del peso argentino. La cuestión es que la clase política está acostumbrada a engañar a los argentinos y a mentir con cuestiones imposibles, que terminan afectando directamente a los argentinos de a pie.
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Sería la primera vez que un presidenciable les dice a los ciudadanos que se cuiden de la política irresponsable, que ya los devaluó y confiscó en el pasado. Milei no es responsable del derrumbe del peso argentino, una moneda que en los países limítrofes como Uruguay y Paraguay ya cotiza “cero”. Los responsables fueron los que llevaron la estructura gubernamental a niveles de gasto imposible, que luego financiaron mediante la emisión monetaria. Resumiendo, pasó lo que tenía que pasar. Echarle la culpa a Milei es un manotazo de ahogado, que, según todas las encuestas, casi ningún argentino compra. A pesar de la batería mediática contra el libertario, el diputado sigue firme en el primer lugar y podría llegar a ganar en primera vuelta.
Lo curioso es que en Juntos por el Cambio se han sumado al argumento kirchnerista y también le echan la culpa a Milei por la nueva devaluación. De la misma manera, varios portales nacionales se suman a la campaña, pero nada de todo esto parece tener el efecto deseado. Cada vez que una cámara en vivo sale a las calles a preguntar por la preferencia electoral, el candidato al que se apunta desde todos los sectores sigue siendo el más elegido. Mientras tanto, el fenómeno sigue creciendo. En las últimas horas comenzaron el trámite de inscripción dos partidos libertarios, que proponen lo mismo que La Libertad Avanza en Argentina. Hablamos de Perú y de Uruguay. Pero la política tradicional en Buenos Aires sigue con una negación de la realidad importante, situación que se puede terminar de un porrazo el domingo 22 de octubre a la noche.