Algunos conductores alcoholizados son atrapados in fraganti por algún control policial aleatorio, y simplemente pierden por un tiempo el auto y la licencia. Otros generan tragedias y, recién luego de los accidentes fatales, se comprueba el estado de ebriedad del delincuente al volante. A veces, solo a veces, ocurren episodios “con suerte”, donde algún completo irresponsable queda en evidencia, luego de un tragicómico episodio, que pasa a nutrir la sección de notas de color. Así fue como pasó anoche con un argentino que batió el récord del conductor más borracho del mundo.
Hasta el momento, el máximo registrado a nivel mundial lo ostentaba un vasco, que conducía al borde del coma etílico por Libourne, Francia. En el ámbito doméstico, el podio lo tenía un santacruceño, que en 2020 dio 3,23 gramos de alcohol en la sangre, en plena pandemia y cuarentena del coronavirus. Aunque ambos tenían un nivel de borrachera importante, cabe destacar que más de 2,0 ya es considerado un episodio grave, el exmetalúrgico de 40 años de la ciudad de Pilar, provincia de Buenos Aires, los superó a todos: tenía 5,5 gramos de alcohol en la sangre. Es curioso que el hombre haya estado en condiciones de encontrar la llave, subirse al auto y hacerlo arrancar.
Aunque pudo haber pasado cualquier cosa, afortunadamente, el borracho, que tenía 11 veces el máximo permito de alcohol encima, chocó en soledad contra una columna de alumbrado municipal, sin que haya que lamentar daños mayores. El insólito episodio tuvo lugar esta mañana temprano, alrededor de las cinco, en la ciudad balnearia de Necochea, en el cruce de la avenida 59 y la calle 38.
El conductor irresponsable fue trasladado al Hospital Municipal Emilio Ferreyra, donde fue atendido tanto por su paupérrimo estado etílico, pero también por las lesiones que le generó el impacto contra el poste. Al momento de labrarle la correspondiente multa, los agentes corroboraron que, como era de esperar, el hombre contaba con un frondoso prontuario y una serie de multas considerable en la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma.
Para tener una idea de lo que 5,5 gramos de alcohol en la sangre significa para el organismo, cabe destacar que, según los especialistas, entre 1 y 2 gramos ya hay consecuencias emocionales y fallas en los reflejos. En esa instancia, además de las posibilidades de una intoxicación tradicional, ya aparecen las dificultades en el habla y la amnesia. A partir de los 2 gramos ya hay posibilidades de pérdida de conciencia y, desde los 3, ya existe un impacto serio en el sistema nervioso central, con pérdida de conocimiento.