Luego de haber visitado Rusia este mismo mes, cuando la invasión a Ucrania ya estaba absolutamente “cantada”, Alberto Fernández tuvo una primera posición absolutamente insulsa ante el principio de la guerra que mantiene en vilo al mundo.
Llamó al diálogo y a la paz, como si fuese un conflicto entre dos partes, y no una invasión hostil unilateral. Seguramente, telefonazo de Washington de por medio en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, Argentina modificó el discurso, solicitándole a Rusia que abandone el territorio ucraniano. La representación diplomática en Argentina de la nación invadida esperaba algo más, y así lo hizo saber.
- Lea también: Cómo Putin compró a Latinoamérica para su proyecto de «reeditar» la URSS
- Lea también: Suecia y Finlandia en la mira de los intereses del gobierno invasor ruso
Durante un encuentro con la prensa, Sergiy Nebrat, encargado de negocios en el país, señaló: “No estamos conformes. Queremos una señal clara por parte de la Argentina, que le pida a Rusia que saque sus tropas militares”. Más allá de la segunda posición ambigua y sosa, que se expresó en la vocera Gabriela Cerruti, el funcionario diplomático dijo que, al menos, Alberto Fernández debería plantear la necesidad de alguna repercusión económica con Rusia, que es uno de sus principales socios comerciales.
“Esperamos un apoyo de la Argentina, incluso mediante sanciones económicas. Necesitamos que Argentina apoye la integridad territorial y la soberanía de Ucrania”, aseguró. Como si fuera poco, para que sus declaraciones caigan como un balde de agua fría en la cancillería peronista, Nebrat puso como ejemplo la posición de Luis Lacalle Pou, la que calificó como “muy buena”. El encargado de negocios ucraniano tampoco se privó de cuestionar la visita de Fernández a Vladímir Putin. Consideró que, como opinión personal, él cree que la misma “no fue oportuna”, sobre todo teniendo en cuenta la hostilidad del mandatario ruso para con su país durante los últimos años.
“Rusia no quiera la paz, quiere la guerra”, aseguró el diplomático.
Sorpresa en el gobierno argentino
Aunque la reacción del funcionario ucraniano sea absolutamente lógica y predecible, el círculo íntimo de Alberto Fernández se mostró sorprendido y hasta indignado con las declaraciones de esta mañana. “Este señor, en lugar de hacer diplomacia, da entrevistas”, señalaron desde Casa Rosada. También resaltaron, aunque poco tenga que ver, que Ucrania no le prestó demasiada atención a la Argentina, ya que no mandó a un embajador, optando por un encargado comercial de “bajo nivel”, que ahora opina sobre las decisiones soberanas del país.