Duró menos de dos años. Hizo falta nada más una derrota en las primarias de las elecciones legislativas de medio término para que la coalición “peronista-kirchnerista” volara por los aires. Ante la negativa de Alberto Fernández de remover a los pocos funcionarios que le responden en el Gabinete, Cristina Kirchner hizo que todos los que le responden a ella presenten la renuncia. Resumiendo, el kirchnerismo abandonó el Gobierno y se terminó el Frente de Todos.
El resultado del domingo generó grandes movimientos internos y muchos allegados a la intimidad del oficialismo aseguraron que la vicepresidente le pidió al jefe del Ejecutivo que removiera a figuras como Matías Kulfas, Martín Guzmán y Santiago Cafiero. Justamente, los ministros que le quedaron a Alberto Fernández. El presidente se animó a señalarle (informalmente) a la prensa que no habría movimientos en lo inmediato y CFK pateó el tablero. Todos los altos funcionarios que le responden directamente dentro del ya extinto Frente de Todos presentaron sus renuncias.
Los que están esperando que el presidente acepte la dimisión son Eduardo de Pedro, ministro del Interior; Roberto Salarezza, de Ciencia y Tecnología; Tristán Bauer, de Cultura; Juan Cabandié, del área de Medio Ambiente; Elízabeth Gómez Alcorta, del nuevo ministerio de Mujeres y Diversidad; y Gabriel Katopodis, de Obras Públicas. También presentaron la renuncia ante Alberto Fernández otros funcionarios como la titular del PAMI, la del ANSES y el presidente de Aerolíneas Argentinas.
Con el correr de los minutos, las renuncias se multiplican. El kirchnerismo, de la peor manera se va del Gobierno y quedan solamente los espacios del peronismo tradicional de Alberto Fernández y el Frente Renovador, de Sergio Massa, que convocó a una reunión de urgencia para esta tarde.
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