Tenía que pasar tarde o temprano. Uruguay y Brasil, que se sienten trabados en sus negociaciones comerciales con el mundo por culpa de Argentina, pusieron el problema encima de la mesa. Alberto Fernández, ya rendido hace tiempo al kirchnerismo duro, lejos de reconocer que el problema es de su país, invitó a Luis Lacalle Pou y a Jair Bolsonaro a que se vayan ellos del Mercosur. Aunque los argentinos tenemos fama de creernos el ombligo del mundo, puede que el presidente se haya pasado. ¿Será que no comprende que los que estamos a contramano del mundo somos nosotros y no ellos?
“Queremos celeridad y concentrar nuestro trabajo en generar inversiones externas que puedan producir trabajo, empleo y renta. Deseamos que nuestras economías puedan participar aún más de las nuevas cadenas regionales y mundiales de valor, especialmente en este momento cuando necesitamos superar con urgencia los grandes daños ocasionados por la pandemia”, adelantó con buen tino Jair Bolsonaro.
Al mandatario brasilero lo siguió su par uruguayo, que fue un poquito más a fondo, blanqueando los verdaderos problemas que aquejan al Mercosur:
“Casi todos los presidentes que intervinieron antes que yo hablaron de pragmatismo, me quiero subir a ese concepto, librado de ideologías. Obviamente que el Mercosur pesa, obviamente que su producción pesa en el concierto internacional, lo que no debe y no puede ser es que sea un lastre”, aseguró Lacalle Pou.
Sin eufemismos, el presidente de Uruguay dijo que no estaba conforme con el desempeño del Bloque y que los acuerdos trabados, como ocurrió con la Unión Europea, generan mucha “frustración”. En este sentido, el mandatario pidió “sincerar” la situación que tiene estancado al Mercosur.
Era muy claro que los tiros se dirigían a la Casa Rosada, por lo que Alberto Fernández no tuvo otra opción que responder. Ya sin espacio para el “chamuyo” argentino, justamente en el 30 aniversario del Mercosur, el socio de Cristina Kirchner les dijo a sus colegas qué si no estaban felices, que se vayan. ¿Qué Mercosur imagina Alberto sin Paraguay, Uruguay y Brasil? Un delirio total…
“Si nos hemos convertido en una carga, lo lamento. No queríamos ser una carga para nadie. Una carga es algo que hace que a uno lo tiren de un barco y lo más fácil es bajarse del barco si la carga pesa mucho”. Para que no queden dudas, Alberto agregó: “Si somos un lastre, que tomen otro barco”.
Lógicamente que el duro enfrentamiento tendrá consecuencias. Argentina ya no puede seguir ganando tiempo para imponerle al resto de sus vecinos su proteccionismo retrógrado. Lo más lógico para Brasil, Paraguay y Uruguay sería avanzar en los diversos tratados comerciales, expulsando a la Argentina del Mercosur. Cuando el país esté administrado por una gestión razonable, que vea en el comercio internacional una oportunidad en vez de una amenaza, que el país se sume nuevamente al grupo, ya que tiene mucho potencial para ofrecer.