No estaba en la agenda oficial y tampoco hubo comunicado. Ni siquiera hizo presente el mínimo protocolo en la estancia Anchorena, ya que el asador fue el mismísimo jefe de Estado de Uruguay. Este mediodía, Alberto Fernández y Luis Lacalle Pou, compartieron una comida distendida donde conversaron, sobre los desafíos regionales, según trascendió. No se veían personalmente desde la asunción del presidente argentino, en diciembre del año pasado.
“Fue una muy buena reunión. Pudimos hablar distendidos sobre los problemas de la región en general y de Argentina y Uruguay en particular. Los dos sentimos que debemos hacer mucho más profundo el vínculo y la relación de nuestros pueblos. También creemos que hay que trabajar juntos para que la región vuelva a unirse respetando la diversidad ideológica y haciéndonos fuerte en un mundo que se globaliza. Estamos convencidos que juntos podemos aportar mucho a este objetivo”. Con este comentario, transmitido a un periodista argentino por WhatsApp, Fernández resumió el cónclave informal.
Más allá de las palabras vacías de rigor, el presidente argentino hace referencia a sus preocupaciones y a la agenda del Mercosur, ante las diferencias políticas de sus miembros. Con el mandatario uruguayo un poco más cerca de Jair Bolsonaro, Fernández teme algunos escenarios posibles. Lo cierto es que Argentina ha perdido influencia en el bloque regional, que recientemente dejó en claro que no piensa limitar su agenda de apertura por el proteccionismo caprichoso de Buenos Aires.
Pero que el vecindario en su conjunto ignore a Fernández no debería ser la única preocupación del presidente argentino. Eventuales acuerdos bilaterales de los países miembros con otras potencias también podrían vaciar de contenido a un Mercosur, que podría terminar como una cáscara vacía. Paraguay, Uruguay y Brasil ya dejaron en claro que piensan incrementar sus posibilidades de la mano del comercio internacional. Argentina sigue en veremos y Fernández no muestra otra estrategia que ganar tiempo.
Primera reunión tras el aislamiento
La visita a la ciudad de Colonia fue la primera actividad del mandatario argentino, luego de un breve período de aislamiento preventivo. En la última semana, uno de sus asesores más cercanos, con el que compartió una cena con Evo Morales y sin ningún protocolo, había dado positivo de coronavirus. “Ya estoy en condiciones de volver a mi agenda habitual”, señaló Fernández en su cuenta de Twitter.
El segundo hisopado de control que me realizaron también dio negativo, por lo que mis médicos dieron por concluido mi aislamiento preventivo y ya estoy en condiciones de volver a mi agenda habitual.
Gracias a todos y a todas por preocuparse. Por favor, sigamos cuidándonos. pic.twitter.com/bbSCKfVuji
— Alberto Fernández (@alferdez) November 19, 2020