Argentina está en default desde el 22 de mayo, pero las negociaciones con los acreedores privados no se cortaron nunca. De esta manera, Alberto Fernández consiguió evitar el inicio del litigio con la promesa de un acuerdo en el corto plazo. En el tire y afloje de este largo proceso, tanto Gobierno como los tenedores de bonos ya habían reconocido que el juicio no le convenía a nadie. Con las cartas sobre la mesa de ambas partes, junio fue un mes de propuestas informales, rechazos y mejoras que dieron a entender que el acuerdo era difícil, pero no imposible.
Del día uno que el presidente argentino dejó en claro que su principal preocupación era la negociación de la deuda. ¿Después? Dios dirá…
En las últimas horas, Fernández y su ministro de Economía se encargaron de los dos frentes. El presidente del político en Estados Unidos y Martín Guzmán con los bonistas de Nueva York. El jefe de Estado consiguió un fuerte respaldo del Fondo Monetario Internacional y del Departamento del Tesoro, que incluso sorprendió a los agentes privados. En un documento redactado en inglés, las autoridades argentinas manifestaron estar de acuerdo sobre las principales exigencias financieras y legales que se habían planteado.
Con la nueva propuesta del Gobierno argentino, los acreedores reducirían sus pérdidas del capital de los bonos, se aumentarían los cupones y se reduciría el plazo de los vencimientos. Entre las promesas de Fernández y compañía se destaca la de darle igual tratamiento a los bonos en moneda extranjera bajo la legislación argentina. Cabe destacar que cuando asumió la actual gestión, la principal preocupación fueron los papeles que habían quedado bajo la órbita de legislación norteamericana y el resto pasó a un segundo plano.
Las buenas nuevas repercutieron de forma positiva en las primeras horas de hoy: el riesgo país fue uno de los primeros índices que le sonrió a la Argentina. El indicador del JP Morgan cayó 72 unidades y quedó en 2 437 puntos básicos.
En Wall Street las compañías argentinas abrieron con importantes subas: el Grupo Galicia con un alza del 20 %, el Banco Macro un 18 % y el Banco Francés un 16 %. Las energéticas como el Grupo Pampa y Edenor también registraron aumentos importantes de alrededor de un 9 %. En Buenos Aires el índice Merval trepó un 7,6 % y la expectativa también es positiva.
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