¿Llegó a su fin la novela? Parece difícil de creer… pero la historia tendría que ir decantando hacia un lado u otro. Por estas horas, el intento del gobierno argentino (al menos del “albertismo”) de despegarse de Nicolás Maduro podría interpretarse como un mimo al Norte cercano y al Norte más lejano. La semana pasada, Donald Trump aseguró que colaborará con Argentina con la negociación con el Fondo Monetario Internacional, por lo que se puede interpretar que ya hay promesas de corrección de rumbo en la política internacional.
Alberto Fernández, que llegó a la presidencia argentina de la mano de Cristina Kirchner, asumió con un feroz crítico. Su par de Brasil, Jair Bolsonaro, arremetió contra él y su compañera de fórmula durante toda la campaña y no cesó en su hostigamiento luego de la asunción de las nuevas autoridades. Primero Alberto contestó, pero después buscó bajar el tono al enfrentamiento. “La relación entre Argentina y Brasil es más importante que la de sus presidentes”, manifestó en un intento de acercamiento que hasta el momento no tuvo muchos resultados.
A dos meses de gestión del gobierno del Frente de Todos, Bolsonaro sigue (o seguía hasta la última semana) vapuleando —seguramente con razón— a la gestión peronista. En un encuentro reciente con un pastor evangélico, el presidente de Brasil calificó como “socialista” a la gestión que decidió duplicar el pago de las indemnizaciones laborales ni bien asumió.
El que tuvo que ir a territorio hostil a romper el hielo fue el canciller argentino, Felipe Solá, que realizó una presentación en la tarde del miércoles junto al ministro de Relaciones Exteriores del país vecino, Ernesto Araújo. La jornada ya había comenzado bien: al hombre de Fernández lo recibió el mismo Bolsonaro, con el que hubo fotos y sonrisas. Cabe destacar que a nivel internacional, Solá es percibido como un “moderado”, algo distante al perfil del kirchnerismo duro. La imagen, como era de esperar, fue compartida por el funcionario argentino solamente. Las redes del jefe de Estado de Brasil no se hicieron eco del encuentro.
Vinimos a Brasil con el objetivo de construir consensos con nuestro principal socio regional. La relación estratégica y el afecto mutuo entre los pueblos son más importantes que las diferencias ideológicas.
Gracias @jairbolsonaro por recibirnos. pic.twitter.com/TfU8uejLt0
— Felipe Solá (@felipe_sola) February 12, 2020
“No somos favorables a Maduro”
Consultado por una periodista local, el canciller argentino aseguró que el Gobierno de Alberto Fernández “no es favorable” a Nicolás Maduro. “Somos favorables a la democracia, al igual que Brasil”. Las palabras suenan lógicas y todo tiene sentido, claro, hasta que uno se acuerda que la vicepresidente argentina es la mujer que condecoró al discípulo de Hugo Chávez con la máxima condecoración nacional: la Orden del Libertador José de San Martín.
“Nuestro objetivo es que en Venezuela haya elecciones totalmente limpias y que sean controladas por todas aquellas instituciones del mundo que sean capaces de garantizar las elecciones libres. Y que también puedan votar los venezolanos que están en el exilio, que son muchos”, resaltó Solá.
Solá le manifestó a la prensa que su presencia en Brasil fue una invitación de Bolsonaro e indicó que los mandatarios de ambos países se podrían encontrar por primera vez en Montevideo, el primero de marzo. La cita sería la asunción de Alberto Lacalle Pou.