Luego de la presentación del proyecto de emergencia económica, que trajo duras noticias para el sector privado, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, compartió una reunión con los empresarios más importantes del país. Les manifestó que el Gobierno hará lo suyo, pero que el programa no tendrá ninguna posibilidad de éxito sin el aporte de los que “emprenden, invierten y trabajan”.
Nucleados en la Asociación Empresaria Argentina (AEA), los más importantes referentes del sector privado escucharon un diagnóstico muy diferente al que hizo Mauricio Macri al llegar a la Casa Rosada. A diferencia del discurso optimista de 2015, señalado por muchos analistas como uno de los más graves errores del expresidente, Fernández encendió las alarmas: “La situación fiscal de Argentina es mucho más grave de lo que se cree”, dijo, palabras más, palabras menos el jefe de Estado.
En su exposición, Fernández aseguró que la deuda es uno de los problemas fundamentales a solucionar en el corto plazo y que una de las cosas que más le preocupa es el Fondo de Garantías de Sustentabilidad Social. Según el presidente, el 70 % de los recursos con los que el Estado paga las jubilaciones está compuesto de “papeles”. En este sentido, el nuevo presidente solicitó “un mayor esfuerzo a las empresas, el agro y la industria para reconstruir esas cajas, que han quedado vaciadas”.
El compañero de fórmula de Cristina Fernández de Kirchner (CFK), que conoce muy bien a la mayoría de los empresarios, los llamó durante el intercambio siempre por su nombre de pila, buscando la cercanía y la cordialidad con los hombres de negocios que recibieron las duras noticias del plan económico inicial del albertismo.
Héctor Magnetto, enemigo acérrimo de CFK durante la lucha por la “ley de medios”, pero hombre de cercanía del actual presidente (muchos aseguran que Fernández se fue del kirchnerismo por priorizar su lealtad con Clarín) volvió a ser “Héctor”. A él le pidió el “compromiso de los medios” para salir de la crisis. Claro que no se entiende si hablaba de recursos o de apoyo comunicacional; eso queda a interpretación.
A la hora de las diferencias con su predecesor, el diagnóstico descarnado no fue la única: en las jornadas semejantes, Macri se retiraba al poco tiempo. Fernández, más hábil y peronista, se quedó hasta después de los postres haciendo sociales con los empresarios más poderosos del país.
Cambiemos no bajará a dar quorum
El exoficialismo y actual frente opositor ya aseguró que no piensa bajar al recinto a dar quorum para abrir el tratamiento a la ley de emergencia. Desde la Coalición Cívica, el PRO y el radicalismo consideran que el proyecto delega facultades legislativas en el Poder Ejecutivo. Aunque de Casa Rosada dijeron que trabajarían en las modificaciones pertinentes, el peronismo tiene una carta en la manga para habilitar el debate parlamentario: hacer renunciar a ministros recién nombrados y a funcionarios del Ejecutivo que se encontraban de licencia como legisladores. Inventos argentinos, como el dulce de leche.