El golpe de los 15 puntos de diferencia fue casi de KO. Aunque se trató de las elecciones primarias, la distancia que sacó el frente de Alberto Fernández y Cristina Kirchner dejó atolondrado al oficialismo. Mauricio Macri pasó por la ira, la negación, las disculpas y recién ahora, a casi dos semanas, la espuma comienza a bajar. Pero el Gobierno quedó lo suficientemente debilitado como para comenzar a dar vuelta la página para revertir la historia. Sin embargo, la propuesta llegó desde España y el espacio antikirchnerista ya tiene algo en agenda para este fin de semana, de a poco las lágrimas cambian por la esperanza y la búsqueda de la épica.
Luis Brandoni, el actor de extensa trayectoria y militante de la Unión Cívica Radical (aliada al presidente argentino) envió un video desde España, donde se encuentra realizando una obra de teatro, para impulsar una manifestación que se convocaba desde las redes sociales. Este sábado, el 24 de agosto, los partidarios del oficialismo saldrán a la calle para cambiar el clima de derrota y movilizar al electorado, a dos meses de las elecciones “reales” de octubre.
“Estamos preocupados, pero no derrotados. Al contrario, queda mucho por hacer todavía”, dice el actor frente a la cámara. Brandoni invitó a “salir todos a las calles”, “para mostrar y mostrarnos que somos muchos más los que queremos un país republicano, democrático, y decente”.
En Casa Rosada tomaron con beneplácito la actitud del actor, que realizó el video junto al cineasta Juan José Campanella. La sentida invitación de Brandoni pudo poner un tema en agenda, alejado del monopolio que tuvo durante las últimas jornadas Alberto Fernández.
Los pros y contras que evalúan en el Gobierno
Las calles argentinas han sido el cementero del proyecto autoritario que planeaba Cristina Kirchner antes de abandonar el poder. Cuando comenzó a rodar el rumor de una reforma constitucional, millones de personas salieron a manifestarse enterrando la propuesta definitivamente. Macri también se benefició de las manifestaciones populares ya siendo presidente. Cabe destacar que, para las elecciones de medio término, el oficialismo volvió a tener un gran respaldo en las calles en abril de 2017.
Sin embago ahora, aunque hay optimismo con la convocatoria, también se evalúan los riesgos. Si la marcha no logra un gran nivel de adhesión, el evento podría convertirse en un dolor de cabeza para el macrismo. En el Gobierno piensan que la oposición es la que tiene menos para perder con la iniciativa: en el caso de una convocatoria masiva, siempre se puede apelar a la justificación que se trata, nada más y nada menos, que un tercio del electorado.
Más allá de todo, la convocatoria está hecha y el domingo se harán las lecturas políticas del acontecimiento. Por lo pronto, el macrismo recuperó algo del control sobre la agenda, cosa que había perdido con las elecciones del 11 de agosto, queda esperar a ver como se materializa.