
La selección de Francia ha sido un justo campeón. Se mostró como el equipo más sólido y parejo de la competencia y levantó su segunda copa mundial, tras el último éxito de 1998. Sin embargo, la composición racial del equipo, con varios jugadores descendientes de africanos ha generado polémica. En Argentina, se vieron en redes sociales muchísimos comentarios mofándose de la “falsa Francia” campeona, mientras que se criticaba el posible arribo de Pep Guardiola al combinado local, por haber nacido en España.
Burlas ante el éxito y prejuicios xenófobos
“El himno de Francia debería terminar diciendo ‘porque esto es África'”, “Con la victoria de Francia el mundial se va a África”, “Felicidades a África que ganó la copa por Francia, para mí el campeón es Croacia”, fueron tan solo algunos de los miles comentarios en el mismo sentido luego del 4 a 2 del último domingo.
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Sin embargo, el comentario frecuente sobre la insólita tesis de que Francia no es el “verdadero” campeón del mundo, no fue lo único que se vio por las redes en las últimas horas relacionado al fútbol y a los prejuicios. Durante la jornada de ayer se confirmó que Jorge Sampaoli dejó de ser el técnico de la selección argentina y trascendió que uno de los posibles sucesores sería el exitoso multicampeón con el Barcelona, Pep Guardiola. La noticia sobre la chance de un excelente director técnico, por más raro que parezca, no fue festejada, sino criticada.
Aunque cuatro selecciones de distintos países (Colombia, Arabia Saudita, Perú y Egipto) llevaron al mundial a directores técnicos argentinos sin inconvenientes, parece que a nosotros nos incomoda la idea que un extranjero pueda dirigir al combinado nacional. Esta postura, que se vio mucho en redes sociales, fue compartida en televisión por el excampeón del mundo de 1986, Oscar Ruggeri.
Aunque en un principio dijo que era una locura por cuestiones económicas, segundos después el excompañero de Diego Armando Maradona dejó en evidencia las verdaderas razones de su negación:
“Tenemos que vender una provincia”, comenzó diciendo Ruggeri. Pero a continuación dijo: “la selección es argentina, dejate de joder, como va a dirigir un extranjero”. Cuando el conductor, que reconoce el talento del entrenador español, le preguntó porqué no podría venir Guardiola a la selección, el exdefensor respondió “no”. Ante la repregunta, contestó lo mismo: “porque no”.
https://www.youtube.com/watch?v=EGSgF1Vq8ho
Un prejuicio cultural que va más allá del fútbol
Este sentimiento, que ahora tuvo su manifestación futbolística, tiene profundas raíces que se manifiestan en la política y la economía. La gente en general, la mayoría de los economistas y la clase política a la hora de hablar de inversión suelen separar a los “capitales nacionales” y “extranjeros”, como si un trabajador local sufriera las consecuencias que la empresa que lo contrata sea de otro país, o como si el capital local no se “fugara” ante la incertidumbre económica, a la par de un fondo de otro país.
Producto de estos prejuicios, Argentina sigue atada al fracasado modelo de sustitución de importaciones y se empeña en el delirio de exportar y no importar, como si le estuviéramos haciendo “trampa” al mundo, mientras que somos nosotros los que sufrimos una economía cada vez más descapitalizada.
Aunque sea algo meramente simbólico, la llegada de un director técnico español puede ser una lección (en caso de éxito) para el infantil nacionalismo argentino. Pero también es un riesgo, ya que de llegar Guardiola, en caso de no obtener el título del mundo en 2020, no se harán esperar los comentarios predecibles como “que se vuelva a España”.