
En los últimos días de la campaña legislativa en la Ciudad de Buenos Aires, el oficialismo se vio conmocionado por un escándalo que tuvo lugar dentro de la misma lista de candidatos de Vamos Juntos.
La diputada Elisa Carrió, que encabeza la lista de postulantes que se perfila para hacer una elección histórica en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, salió a pedirle la renuncia a la octava candidata de su propia lista, argumentando que no tiene las aptitudes morales para integrar el Congreso Nacional.
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Resulta que la candidata Joanna Picetti tuvo una denuncia por parte de su expareja por violencia doméstica y la misma Carrió fue quien hizo pública la situación, manifestando que es “muy sano” que el mismo espacio político que la llevó como candidata se haga cargo de la situación y busque removerla.
Sobre Joanna Picetti https://t.co/3Z9Li5j85K
— Elisa Lilita Carrió (@elisacarrio) October 4, 2017
“Esta chica no será diputada. O renuncia a su candidatura o será excluida”, resaltó Carrió.
Picetti llegó a la lista de la mano del ministro del Interior de Mauricio Macri, Rogelio Frigerio. Como el oficialismo, al igual que la mayoría de las fuerzas políticas, no tuvo internas en las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias), la nómina de candidatos fue un acuerdo político entre un sector de la Unión Cívica Radical (UCR), la Coalición Cívica (CC) y Propuesta Republicana (PRO).
Luego de la difusión del escándalo, Joanna Picetti manifestó que no tiene ninguna intención de renunciar a su candidatura, porque es “inocente”. El octavo puesto en la lista del oficialismo porteño podría tener posibilidades, ya que en caso de que no alcancen los votos para hacer entrar a más de siete candidatos, cualquier traspaso de los primeros entrantes al Poder Ejecutivo durante los próximos cuatro años podría brindar el acceso de Picetti a la Cámara.
Fuente: Perfil.