![El economista tuvo repudiables declaraciones, dignas del nazismo o del stalinismo. (Twitter)](https://es.panampost.com/wp-content/uploads/Kicillof.jpg)
El sueño de la Ley de Medios kirchnerista quedó truncado, ya que las empresas como el Grupo Clarín pudieron aguantar en la justicia hasta que se terminó el mandato de Cristina Fernández. El nuevo gobierno dejó atrás las intenciones autoritarias del kirchnerismo de dominar a los grandes grupos mediáticos que no se mantuvieron subordinados ante el poder del Estado.
Por esta circunstancia sólo puede pertenecer al campo de la especulación la sospecha de cuánto el kirchnerismo pudo haber avanzado contra la prensa libre. Por los actos de gobierno en 12 años supimos que fueron capaces de utilizar fortunas de los contribuyentes para pauta oficial en medios amigos, que presionaron para que empresarios vendan sus medios a personajes cercanos de los Kirchner (sospechados de testaferros) y que intentaron hacer desaparecer al grupo Clarín, al que acusaron de “monopolio”.
Pero para darnos una idea de hasta donde pudieron haber llegado, sirven las palabras del último ministro de Economía de Cristina Fernández, Axel Kicillof que impunemente manifestó que los medios de comunicación deberían pertenecer en su totalidad al Estado Nacional, ya que sería una actividad incompatible con el sector privado:
“Los medios masivos de comunicación se financian con empresas privadas a las que tienen que tratar muy bien. Son parte del pulpo de los grupos concentrados. La información es un bien público y por ello la debería brindar solo el Estado porque es el único que puede publicar información objetiva. Los medios privados viven de la extorsión a los políticos”, manifestó.
Las declaraciones del economista fueron repudiadas por los medios de comunicación argentinos, que no vacilaron en definir como “fascistas” a las palabras de Kicillof.
En el marco de la candidatura de Cristina Fernández como candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires, el kirchnerismo no debe haber recibido con agrado estas declaraciones, dignas del nacional socialismo alemán o del stalinismo soviético, ya que la expresidente busca mostrarse con un perfil ameno y moderado en sus presencias televisivas de campaña antes del 22 de octubre.
Fuente: Clarín