El primero de agosto el joven de la provincia de Buenos Aires Santiago Maldonado (de 28 años de edad), que se encontraba apoyando las reivindicaciones del grupo Resistencia Ancestral Mapuche en el Sur de Argentina, desapareció. Sus familiares y compañeros de militancia responsabilizaron a la Gendarmería por el hecho, que había liberado un corte de ruta que realizaba el grupo mapuche ese día. Más de un mes después no se sabe qué pasó con Maldonado.
El presidente, Mauricio Macri, manifestó preocupación al respecto y aseguró que su gobierno está colaborando con la justicia para esclarecer el hecho:
“El gobierno está ocupándose, estando al servicio de la justicia, como corresponde, sin prejuzgar, sin descartar ninguna línea, colaborando como corresponde en un Estado democrático para que el juez y la fiscal tengan todo el apoyo para seguir con la investigación”.
En las últimas horas hubo un cambio en el discurso oficial. Primero en las palabras de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que ahora se repiten en el jefe de Estado. Durante los primeros días luego de la desaparición, las autoridades descartaron cualquier responsabilidad de los gendarmes y realizaron una fuerte defensa del grupo, que estaba siendo acusado por el kirchnerismo y la izquierda de estar relacionado con lo que le pudo haber pasado al joven.
Sin embargo, el resultado negativo de una prueba de ADN, que demostró que el cuidador de un campo de la zona que hirió a un encapuchado en un intento de saqueo, nada tenía que ver con Maldonado, hizo que el gobierno tomara un discurso más cauto.
“Hay que ser muy prudentes, nosotros no prejuzgamos, permitimos que el juez avance como corresponde con absoluta libertad. Vamos a mantener esa posición de prudencia, porque eso es lo que se tiene que manifestar en esta etapa de la Argentina”, destacó Mauricio Macri.
Fuente: Infobae