Cuando Néstor Kirchner llegó al gobierno en 2003 de la mano de un 22 % en primera vuelta y con la renuncia de Carlos Menem a la segunda vuelta, el kirchnerismo buscó una estrategia para consolidar el poder político.
Para el matrimonio de Santa Cruz la respuesta al problema que enfrentaban fue una alianza con sectores externos al peronismo tradicional y, así, en una primera etapa sumaron a un sector radical y luego fortalecieron sus vínculos con espacios de izquierda y otros partidos políticos a lo largo del país, lo que fue denominado como “Frente para la Victoria”.
A lo largo de la “década K” el gobierno, si bien controló la mayoría del peronismo, nunca pudo seducir a la totalidad del espacio justicialista. Con la salida del poder, Cristina perdió aún más espacio e influencia dentro de la estructura partidaria, donde hoy tres grupos distintos debaten la situación política ante una eventual candidatura de Cristina Kirchner a senadora por la Provincia de Buenos Aires.
Los incondicionales: con el argumento que la exmandataria es la única que supera un 30 % de intención de voto, Fernando Espinoza (presidente del peronismo de la provincia de Buenos Aires), Jorge Ferraressi (intentente de Avellaneda) y Juan Patricio Mussi (intendente de Berazategui) lideran la resistencia kirchnerista dentro del peronismo. El argumento es que “no hay tiempo para inventar nada” y que Cristina será la llave para conseguir más legisladores nacionales y provinciales en la elección de medio término.
El grupo “Esmeralda”: el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, el de San Martín, Gabriel Katopodis, el de Esteban Echeverría, Fernando Gray, entre otros, consideran que una salida del “núcleo duro” kirchnerista les otorgaría más posibilidades dentro del espacio que hoy no aprueba la gestión de Macri, que según sus estimaciones podría alcanzar el 70 % al interior de la provincia.
Los rivales de Cristina: El exministro del interior, Florencio Randazzo, y el extitular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, forman parte del espacio más alejado de la exmandataria dentro del peronismo. Recordemos que Randazzo no consiguió el aval de Cristina para competir por la presidencia en las últimas elecciones y que Domínguez enfrentó al candidato K, Aníbal Fernández, en las primarias por la gobernación de la Provincia de Buenos Aires.
Fuente: Perfil.