El futuro del ser humano y su relación con la tecnología son el centro de atención nuevamente en la agenda conservadora, en búsqueda de hacer un llamado a la sociedad sobre los peligros que esto puede suponer. Es por ello que, desde Londres, el profesor e investigador Miklos Lukacs advierte que entre los posibles riesgos de este mutualismo que cada día cobra aún mayor fuerza esté el hecho de que las modificaciones sean tan grandes que terminen por convertirse en irreversibles.
El experto, quien es uno de los asistentes al Foro de Alianza para una Ciudadanía Responsable (ARC), evento que está realizándose en el Reino Unido, recalcó en una entrevista con PanAm Post que actualmente se evidencia cómo la inteligencia artificial toma cada vez más espacios. En primer lugar, está siendo tercerizada para, virtualmente, ir reemplazando al ser humano en sus funciones. Un aumento progresivo de este patrón en la sociedad hace que se corra el riesgo de que se vaya tercerizando también la toma de decisiones del ser humano, algo que, al parecer, nadie está viendo, pero que si se proyecta genera peligros.
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En segundo lugar, Lukacs esboza otro posible riesgo de la amenaza que representa la irrupción de la Inteligencia Artificial sin un cuidado claro. En tal sentido, el investigador explica que gradualmente las personas pueden ir perdiendo autonomía y capacidad para tomar decisiones.
Ahora, si esto se lleva al plano de la genética, Lukacs aseveró que “el gran peligro acá es la gradual tercerización de la reproducción humana a la tecnología. En este caso puede ser utilizada par la edición genética, en cuanto a la cura de enfermedades, pero que en malas manos puede ir gradualmente a modificar la capacidad reproducción del ser humano y en el momento que el hombre ceda su reproducción a la máquina es el fin de la libertad del ser humano”.
En su libro “Neo entes”, Lukacs aborda con mayor profundidad este tema y en sus múltiples ponencias también ahonda sobre el bioconservadurismo como un método de defensa de ser humano en su naturaleza ante la amenaza que, en su opinión, supone una “guerra antropológica” que es aquella que teniendo de marco la agenda progresista busca la reconfiguración de ser humano, donde su naturaleza es modificada desde la perspectiva conceptual y luego a través de cirugías.
“En nombre del progreso el riesgo que se corre es que las modificaciones sean tan grandes que sean también irreversibles”.