El campeón mundial de tenis Novak Djokovic ganó este lunes 10 de enero una batalla judicial para quedarse en suelo australiano y jugar en el Abierto de Australia a pesar de no estar vacunado contra el COVID-19. La última palabra la tiene el Gobierno, que insiste en cancelarle la visa y deportarlo a pesar de la orden judicial. Si logra quedarse y participar en el torneo iría por su décimo título.
«Estoy complacido y agradecido de que el juez revocara la cancelación de mi visa. A pesar de todo lo que ha pasado, me quiero quedar y tratar de competir en el Abierto de Australia. Sigo concentrado en eso. Volé hasta aquí para jugar en uno de los eventos más importantes que tenemos frente a los increíbles fanáticos», dijo por medio de las redes sociales.
I’m pleased and grateful that the Judge overturned my visa cancellation. Despite all that has happened,I want to stay and try to compete @AustralianOpen
I remain focused on that. I flew here to play at one of the most important events we have in front of the amazing fans. 👇 pic.twitter.com/iJVbMfQ037— Novak Djokovic (@DjokerNole) January 10, 2022
Djokovic solicitó su visa con exención médica. Tennis Australia le concedió la exención. La Asociación de Tenistas Profesionales difundió un video del primer ministro de Australia, Scott Morrison, en vísperas del viaje de Djokovic, en el que menciona la exención otorgada en el estado de Victoria. Sin embargo, al llegar al país oceánico las autoridades le revocaron su visa y ordenaron su deportación, argumentando que presentó el tipo de visa incorrecto y que no era válido para una persona no vacunada.
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(🎥 @itisimrankhan)#createdbytheplayersfortheplayers pic.twitter.com/VNJHeFHV4s— Professional Tennis Players Association (@ptpaplayers) January 8, 2022
Luego de una batalla legal de sus abogados, el juez del Tribunal de Circuito Federal, Anthony Kelly, restableció la visa de Djokovic, que fue cancelada después de su llegada a Australia la semana pasada.
El juez también conminó al gobierno a emitir una orden de liberación de Djokovic de un hotel de cuarentena en Melbourne en los 30 minutos siguientes, donde estuvo confinado las cuatro noches anteriores, a pesar de estar sano.
La indignación por su detención desató una ola de repudio internacional, donde hasta el presidente de Serbia, su país de origen, se pronunció por el “maltrato” que sufrió el nueve veces ganador del Abierto de Australia y de 20 torneos de Grand Slam.
El Gobierno tiene la última palabra
Ganó una batalla pero la guerra sigue en pie, pues el gobierno amenazó con cancelar su visa por segunda vez y deportarlo.
El abogado del gobierno, Christopher Tran, le dijo al juez después del fallo que el ministro de Inmigración, Ciudadanía, Servicios para Migrantes y Asuntos Multiculturales, Alex Hawke, “considerará si ejerce un poder personal de cancelación”.
Hawke todavía estaba considerando cancelar la visa de Djokovic, agregó luego un portavoz.
“Después de la decisión del Tribunal de Familia y Circuito Federal de hoy sobre una base procesal, queda dentro de la discreción del ministro de Inmigración Hawke considerar cancelar la visa del Sr. Djokovic bajo su poder personal de cancelación dentro de la sección 133C (3) de la Ley de Migración”, dijo el vocero.
“El ministro está considerando el asunto actualmente y el proceso sigue en curso”, continuó.
Eso significaría que Djokovic podría enfrentar nuevamente la deportación y perderse así el Abierto de Australia, que comienza el 17 de enero.
Por su parte, el secretario de Estado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Serbia, Nemanja Starovic, dijo públicamente que “la sociedad tiene la impresión de que Djokovic fue convertido en una víctima de un juego político y que fue engañado para que viajara a Australia para ser humillado”, aseveró.
Entre la libertad y el autoritarismo
Sus declaraciones surgen luego de una filtración de los documentos enviados a todos los tenistas que asistirían al Australian Open. Allí se puede leer que solo era necesario presentar una prueba positiva de COVID-19 posterior al 31 de julio de 2021 y pruebas de anticuerpos que mostraran que hay inmunidad natural.
De modo que Djokovic habría cumplido con los requisitos necesarios, al igual que otros tres tenistas. Pero solo a él no le dejaron entrar. Adicionalmente se conoció una transcripción de la entrevista de Djokovic con los oficiales de Migración.
Interview of Djokovic with Border Force Officer.
A must read.
A heartbreaking read. pic.twitter.com/whdf8ddc2v
— Ivana (@ivtc0) January 10, 2022
Los ojos del mundo están sobre Australia. Las siguientes acciones del gobierno serán un mensaje para la nación y el extranjero. Si las autoridades acatan la decisión del juez, será un triunfo a favor de la libertad. Si finalmente decide cancelar la visa y deportar a Djokovic, será una muestra de autoritarismo y un avance de la llamada tiranía sanitaria.
Pues contrario a lo que alegan quienes sostienen que el caso de Djokovic muestra que nadie está por encima de la ley, su caso evidencia que el autoritarismo pasa por encima de las leyes vigentes y no aplica con igualdad.