Por primera vez, el partido Vox de España participó en un debate presidencial; lugar que se ganó tras obtener 2,6 millones de votos en las elecciones previas. Su candidato a la presidencia, Santiago Abascal, superó el estigma de ser un malvado “ultraderechista” cargado de odio, caricaturizado por los medios. Se dio a conocer y los resultados fueron inmediatos: fue el favorito.
De acuerdo al sondeo de la COPE (Cadena de Ondas Populares Españolas), Abascal ganó el debate con un 63 % de respaldo. Tanto para los espectadores de RTVE como de El Mundo, Abascal superó el 50 %. Y para los lectores de La Voz de Galicia, tuvo el 33 % y aún así fue el candidato que más apoyo tuvo (Pablo Casado y Pablo Iglesias tuvieron 21 %, Pedro Sánchez 19 % y Albert Rivera 6 %).
Incluso El País le destacó al candidato de Vox como vencedor con el voto del 35,43 % de los encuestados, en segundo lugar salió Pedro Sánchez con el 20, 34 %.
Y es que Abascal anunció una alternativa patriótica en contraposición a lo que denomina él un “consenso progre” (entre los otros cuatro partidos).
Vox promete achicar el Estado y reducir impuestos
“Entendemos que pacten entre ellos porque todos comparten las mismas políticas migratorias, las mismas políticas de memoria histórica, de ideología de género, de la defensa ciega del estado de las autonomías y por tanto del despilfarro político y de las subidas fiscales”, exclamó.
Abascal denunció que el costo anual del sistema de autonomías es entre 60 y 90 mil millones de euros al año. Con lo cual cuestiona cualquier supuesto recorte impositivo de los demás candidatos, mientras mantengan en pie un sistema plurinacional que encarece la vida de todos.
Se desmarcó de sus rivales, al increpar las inconsistencias de su discurso respecto al presupuesto. Por un lado a lo que él llama la “derechita cobarde” que alega querer recortar el gasto del Estado pero no aclara de dónde, por otro a la izquierda que ofrece todo gratis pero no dice de dónde saldrán los fondos.
Por su parte, Vox propone que al 100 % de los trabajadores se les baje los impuestos, que el 93 % de los trabajadores no tengan que hacer la declaración de la renta, porque las retenciones van a ser liberatorias y se van a simplificar, plantea un tipo máximo del 22 % para la mayoría de los trabajadores, que la parte exenta sea el doble y que el tipo máximo que se pague sea del 30 %. También promete la rebaja al impuesto de sociedades al 22 % y la eliminación de los impuestos injustos, como sucesiones, patrimonio, etc.
Para lograrlo, propone terminar con el sistema de los nacionalismos y así exigirle menos tributación a los españoles.
Libertad de expresión y memoria histórica sin sesgo
Además, exaltó la importancia de devolver a los españoles la libertad de expresión, de defender una postura sin ser llamado fóbico de ningún tipo y a respetar a los muertos, “se llamen Franco o La Pasionaria”.
En contraste con la postura del gobierno socialista que acaba de desenterrar a Franco y al hacerlo sus obreros profanaron la iglesia junto a la cual estaba enterrado.
? @Santi_ABASCAL fue el gran protagonista en #ElDebate4N logrando despertar el mayor interés de búsqueda online durante toda la noche.https://t.co/5qRJRCMvML
— VOX Jóvenes ?? (@voxjovenes) November 5, 2019
Ya que el debate fue en vivo, era posible que los espectadores comenten en tiempo real y “Viva Vox”, junto a corazones verdes, el color de su partido, colmaron las pantallas.
A la par de las felicitaciones a Vox, aparecía en pantalla “Podemos Comunista y Separatista”, pues buena parte del debate se centró en las manifestaciones de Cataluña, cuyas calles están siendo tomadas y destrozadas por los indepentistas. Los candidatos se manifestaron preocupados porque los catalanes no podrán votar en libertad el 11 de noviembre, si la violencia no cesa.
Pablos Iglesias, de Podemos, en cambio, buscó desviar el debate y sus rivales le acusaron de cómplice por no afrontar la situación que se vive. De igual manera, el actual presidente Pedro Sánchez desestimó como “raca, raca” las declaraciones de su rival de centro-derecha Pablo Casado, cuando denunció la incapacidad de Sánchez de reconocer a España como una nación unida.
https://www.youtube.com/watch?v=MsF-jFTGnIg
Pues el candidato socialista propuso como solución a la tensión social agregar una materia obligatoria a la educación, civismo. Sin embargo, Casado cuestionó su perspectiva cívica al ser incapaz de reconocer que su visión de España es la de una nación fragmentada.
Y es que la izquierda española, representada tanto por Unidas Podemos como por el PSOE (Partido Socialista del Obrero Español), fue acusada de ser cómplice de dividir España por medio de los nacionalismos internos, como el catalán. Mientras que el primerizo Abascal fue el único que llamó a la situación en Cataluña abiertamente un “golpe permanente”.
Esa diferencia es la que logró lo dicho por Hermann Tertsch, quien fue de izquierda dura toda su vida y hoy forma parte de las filas de Vox como legislador, “España ha conocido por fin a Abascal, y le ha gustado”.
España ha conocido por fin a @Santi_ABASCAL sin filtros ni manipulaciones. Y le ha gustado. Disfruten con este cuadro de resultados, cortesía del gran Victor @sanchezdelreal https://t.co/akOpFKZD8U
— Hermann Tertsch (@hermanntertsch) November 5, 2019
Lo que destacó a Abascal fue su templanza. Mientras la efusividad caracterizó a sus rivales, el candidato de Vox mostró un carácter de sobriedad y firmeza. Así se valió de la exasperación de sus contrincantes para mostrar un contraste adulto, frente a la infantilización de la clase política.
Dicha postura no se limitó a su lenguaje verbal, también aplicó a su lenguaje corporal. Al momento de la foto inicial, se mostró imponente e incluso amenazante.
Fue el primero en llegar al debate, lo cual marcó desde el inicio seriedad y compromiso.
Y lo hizo mostrándose como una alternativa a la política tradicional, claro al remarcar que no está dispuesto a ceder ,como han hecho sus contrincantes, para lograr un consenso que finalmente no ha conducido a España a ningún lado.