La renovación del mandato de Nicolás Maduro ha polarizado el espectro político, dejando a quienes viajaron o enviaron representantes a la (re)toma del poder de un lado y a quienes no del otro. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, fue uno de los cuales no se arriesgó a ir, pero se hizo presente a través de un representante.
PanAm Post consultó con el analista político y secretario general de la organización México Libertario, Víctor Becerra, respecto a qué significó.
La mayoría de los presidentes del continente no viajaron a Venezuela, ¿qué nos dice lo que hizo AMLO?
López Obrador envió un representante. Al menos tuvo la prudencia de no presentarse personalmente. Pero sin duda desnuda el doble estándar moral y político que siempre le ha caracterizado. Quien siempre pidió la solidaridad internacional frente a los presuntos fraudes de que se decía víctima, no dudó en escatimar esa solidaridad a los demócratas venezolanos.
No deja de ser paradójico que López Obrador legitime una toma de posesión no solo ilegítima, sino también irregular: Maduro tomó posesión ante el Tribunal Supremo, no ante la Asamblea Nacional, como lo manda la Constitución. Si esto lo hubieran hecho los adversarios políticos de López Obrador (por ejemplo, Felipe Calderón en 2006) esto le hubiera parecido inadmisible, un golpe de Estado. Hoy lo legitima con su representación y le parece un detalle menor.
Si la constitución de Venezuela vuelve ilegítimo a Maduro, ¿qué refleja del respeto de AMLO a la institucionalidad?
La institucionalidad nunca ha sido un valor supremo para López Obrador. Es decir, el respeto a los procedimientos, a la legalidad, los límites constitucionales, le son secundarios. En 2006, por ejemplo, mandó “al diablo las instituciones”, lo que le valió su derrota al cabo.
En lo más profundo, para López Obrador solo existía el poder, alcanzarlo y usarlo para “transformar” al mundo, según él. Es el objetivo al que supedita todo. Ya después se le justificará de algún modo.
El Maduro mexicano – AMLO – dice q en México hay una crisis histórica de gasolina porque los mexicanos llenan el tanque con mucha gasolina.
Me recuerdan las palabras de la Ministra de salud chavista: "No hay pasta dental pq la gente se cepilla 3 veces diarias" #9ene
¡IGUALITOS! pic.twitter.com/iz8PlUcqpp— José Cuello B. (@JoseCuelloB) January 9, 2019
En medio de la escasez de combustible, ¿cómo se percibe el respaldo a Maduro en las calles de México?
Si bien, López Obrador envío a un representante, mientras a ritmo vertiginoso venía en México el pánico y la molestia por el desabasto de gasolina, López Obrador platicaba y se tomaba fotos con la ganadora de Miss Mundo, su secretaria de Energía miraba y tuiteaba el fútbol, y su director de la petrolera estatal quién sabe dónde estaba o qué hacía, porque en una semana de crisis no ha dado la cara. El episodio refleja bien la falta de profesionalismo y la frivolidad de este gobierno. Sus respuestas a la escasez han sido la improvisación, la falta de empatía, la soberbia, la ausencia. Esto seguramente tendrá un impacto en la popularidad personal de López Obrador, cuyos números de aceptación y popularidad siguen siendo altos, muy altos.
Durante su campaña, se anunció el temor a que AMLO vuelva a México como Venezuela, ¿este reconocimiento lo afirma?
Hay el peligro. Sin duda el reconocimiento a Maduro lo acerca al eje bolivariano y le gana aliados allí. Pero con propiedad, no puede decirse que México se acerque a la situación de Venezuela. Al menos aún no. La respuesta de los mercados a algunas malas decisiones y palabras irresponsables de su gobierno fueron duras y por ello, se lo está tomando con calma, al parecer. Pero sin duda hay un sector fuertemente pro castrista y pro chavista en su gobierno y su partido, que mantiene un pulso permanente con sectores más prudentes. Está por verse quién ganará ese pulso o por quién se decantará López Obrador al final.
AMLO declaró ser admirador de Fidel Castro y Allende, ¿fue un método para captar votos o ha demostrado seguir por esa línea?
Me parece que fue lo primero, a fin de solidificar su bloque de izquierda, en ese momento en disputa con su anterior partido, el PRD.
López Obrador, y su secretario (ministro) de Relaciones Exteriores, e incluso su subsecretaria (viceministra) de DDHH en Exteriores, no vienen de la tradición de izquierda, son priistas clásicos, creyentes en el nacionalismo revolucionario y esas demagogias.
Lo que sí podría indicar su apoyo a Maduro y la invitación a éste a su propia toma de posesión, en diciembre pasado, es que la batalla entre los pro chavistas y los pragmáticos dentro de su mismo gobierno, la pudieran estar ganando los primeros, lo que sería muy preocupante. Pero la dirección aún no podemos predecirla, aunque si esto es cierto, no tardaremos en verlo.