Después de una década bajo el gobierno de Rafael Correa, donde cada sábado – por cadena nacional- vociferaba contra el enemigo de turno, los ecuatorianos se desacostumbraron a la existencia de un presidente que declara públicamente haberse equivocado, mucho menos pedir disculpas.
Pero, Lenin Moreno, su sucesor, hizo ambas cosas y plantea que ” la crítica permite mejorar”. No obstante, nadie olvida que antes de redimirse, sus declaraciones causaron malestar en la comunidad médica; pues quitan legitimidad a la acción privada para elevar el rol del sector público en la salud.
Pues el presidente Moreno dijo “cuando a ti te comunican que tienes cáncer, es posible que el único que se alegre sea el médico, perdónenme, no todos, pero en más de una ocasión, la palabra cáncer significa para una persona casi una catástrofe, y muchas veces catástrofe, inclusive, económicas dentro de la familia, gastas hasta el último centavo de la familia en atenderse del cáncer”.
Esto fue ante la III Cumbre Mundial de Regiones Sobre Seguridad y Soberanía Alimentaria “Hambre Cero” el pasado viernes 27 de abril. Una semana después, las reacciones siguen surgiendo.
Señor presidente asesorese en temas de salud antes de hablar en público. Hasta ahora había dado señales de entendimiento…
En respuesta, a través de redes sociales, la Federación Médica Ecuatoriana, dijo “señor presidente asesórese en temas de salud antes de hablar en público. Hasta ahora había dado señales de entendimiento con la clase médica del país pero este tipo de pronunciamientos tira a la basura lo poco avanzado. Ni en cáncer ni en ninguna enfermedad el médico siente alegría ni es mercantilista con el dolor de sus pacientes”.
Agregaron, “la dignidad de nuestra profesión siempre estará primero. Esperamos su rectificación de esta desafortunada declaración”.
Por ello, luego de una rueda de prensa, anunciaron que el lunes colgarán sus trajes de médicos -que en Ecuador se llaman mandiles- como acción de protesta.
Y así fue, a través de su cuenta de Twitter, Lenin Moreno indicó: “siempre he manifestado que la crítica nos permite mejorar. Presento disculpas por mis desafortunadas declaraciones. Tengo un profundo respeto y cariño por la comunidad médica ecuatoriana”.
“Sé que dicen que en el fondo es el mismo (que Correa) solo cambia la forma. Pero encontré más fortaleza en la disculpa que en la necedad de nunca aceptar que uno se equivoca”, explica la médica dermatóloga guayaquileña Johana Pontón, quien nos dice que “sin pensarlo mucho” sintió alivio luego de la disculpa de Moreno.
El ataque contra Sociedad de Lucha Contra el Cáncer es contra la iniciativa privada
Explica que extraoficialmente se está debatiendo sobre un proyecto de ley para crear un ente que quite atribuciones a SOLCA, la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer “y que la batuta la lleve el Estado”, “ya sabes crea una comisión de la comisión de la comisión”, “es decir, desde mi punto de vista, añadir burocracia a un tema que es desde ya sensible y difícil de manejar como el cáncer, que con limitaciones y falencia sí, pero de manera ordenada ha venido llevando a cabo SOLCA. Mi reflexión sería, ¿por qué no mejoramos a SOLCA?”, agrega Pontón, en lugar de querer despedazar lo que ya se ha venido haciendo. “Esa burocracia no se va a pagar sola”, afirma, ” esos recursos bien podrían servir para mejorar insumos, especialistas e instalaciones que requieren estos pacientes que llevan una situación difícil padeciendo cáncer”.
Explica que el gobierno de Correa quitó un impuesto que se pagaba con un servicio básico, esos fondos iban para SOLCA. La versión oficial fue que el Estado no podía financiar a una entidad privada, como lo es SOLCA. Asegura, “para los que leímos entre líneas, era desmerecer a SOLCA, ya que es una institución de fuerte presencia y prestigio en el Ecuador y, como sabemos, el gobierno sentía desprecio por lo privado y todo lo querían estatizar”.
El Estado busca monopolizar la solidaridad
Hay algo subyacente en el polémico discurso de Moreno, donde plantea que el sector productivo, el privado, por hacer dinero es malo y por tanto el sector público, el Estado, debe hacerse cargo. Como los médicos cobran, quieren pacientes enfermos… Remueve por completo la noción de intercambio, de dar y recibir, de intercambiar bienes por servicios, oferta y demanda pero sobre todo de la voluntad, de hacer las cosas porque las elegimos, porque queremos, no porque tenemos qué, no porque son dictaminadas por una norma, sino porque una profesión y la vocación de servicio nos apasiona.
La Dra. Pontón, como médica y a la vez liberal en lo económico, indica que los honorarios son una oferta de mercado, cada uno propone un precio y el paciente escoge lo que está en sus medios, también existen los precios más asequibles en hospitales y los servicios de salud públicos donde ya fue pagado por los contribuyentes.
Ella, por ejemplo, trabaja en la práctica privada y también hospitalaria. Y aclara que “no es agradable comentar la cantidad de veces que no cobramos absolutamente nada por lo que hacemos, eso es entre el paciente y el médico”.
Agrega que los médicos por lo general, “vivimos de lo que estudiamos, es nuestro medio de subsistencia”. Y pregunta, “¿Cómo pagamos las cuentas?”
“Cuando tienes frente a ti a un subespecialista, tienes a alguien que estudio medicina, hizo posgrado hizo subespecialidad, tiene trayectoria, obviamente eso tiene un costo: “¿Quién en sus cabales va a dedicar 10,12 o 15 años de su vida a entrenarse para a fin de mes conformarse con un sueldo básico?”.
Concluye: “La lógica diría que para eso mejor me dedico a otra cosa”.
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