Con la inmediatez que permite el Internet, hace pocas horas se anunció, actualizó e incluso desapareció una noticia en varias plataformas que ha mantenido al rubro periodístico en suspenso: los disidentes de las FARC, el Frente Omar Sinisterra, que secuestró a tres periodistas ecuatorianos en la frontera con Colombia, notificaron que asesinaron a sus cautivos.
Enseguida, el Gobierno ecuatoriano, a través de un Comunicado Oficial, se manifestó indicando que todavía se está verificando la autenticidad del documento donde, supuestamente, el Frente Oliver Sinisterra declara haber asesinado a Paúl Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra, fotógrado, periodista y conductor del Diario El Comercio del Ecuador.
COMUNICADO OFICIAL | Sobre la circulación de un comunicado supuestamente emitido por el Frente Oliver Sinisterra. pic.twitter.com/UJYUWLgCbX
— Comunicación Ecuador (@ComunicacionEc) April 11, 2018
Sin embargo, crece el escepticismo respecto a la presión ejercida por la guerrilla y cómo puede influir en la difusión de la noticia, puesto que, como exigencia para liberar a los periodistas, exigían que el Gobierno ecuatoriano ponga un alto al tratado conjunto con el Gobierno colombiano para combatir el terrorismo.
En el documento, aun no verificado, supuestamente los miembros de la guerrilla se dirigen al pueblo ecuatoriano para explicar que fue por falta de cooperación de su Gobierno que dieron fin a la vida de sus compatriotas.
También alega culpas al Gobierno colombiano por, según ellos, no cumplir con lo pactado en los acuerdos de paz con el grupo armado.
Concluye indicando que, a espaldas de los ecuatorianos, la agrupación guerrillera ha estado dialogando con el Gobierno desde mucho antes del secuestro a los periodistas.
Todavía no cumple su primer año como presidente Lenin Moreno y ya se ha enfrentado a nueve ataques contra las fuerzas de seguridad estatales en la frontera con Colombia, que ha dejado como resultado oficiales heridos e incluso fallecidos, desde que comenzó el 2018.
Desde el Alto Mando de oficiales en servicio pasivo, cuestiona cómo en una década en el poder, su predecesor, el expresidente Rafael Correa, nunca reconoció a las FARC como guerrilla. Y destacan que esto fue un factor influyente en el proceso de apaciguamiento durante su Gobierno, lo cual se ve reflejado en que el cambio de poder se tradujo a la violencia frontera.
Incluso hablan de complicidad con la narcoguerrilla, en parte por el abandono a las fuerzas que facilitó su acceso en la frontera.
Ahora, queda esperar la actualización del comunicado oficial por parte del Gobierno ecuatoriano para corroborar si efectivamente sucedió lo ocurrido en “Comunicado Público Frente Oliver Sinisterra” o si se trata de una estrategia que forma parte del proceso de chantaje del grupo armado para lograr sus fines.
Desde esta plataforma, seguiremos informando.