Semanas después de las recientes elecciones cubanas, todavía están presentes los rezagos que ponen en evidencia las carencias sufridas en las provincias orientales.
Cuatro días antes de los comicios para los delegados a las Asambleas Provinciales del Poder Popular, el pasado 7 de marzo, amanecieron las plazas de Camagüey invadidas de papa.
Se ofreció el alimento a cambio de acudir a las urnas: “Hay que alegrar el pueblo”, le dice al PanAm Post un opositor del régimen que nos envía las fotos incluidas en la nota pero que por precaución permanecerá anónimo.
Agrega que “lo mas novedoso es que son solo dos libras por persona, pero no alcanzó la papa y hubo una segunda vuelta 15 días después”.
Fueron tantos dispuestos a canjear su voto por alimento —motivados por el hambre— que no fue suficiente la ración repartida por orden del gobierno por Acopio, el sistema mediante el cual se adquieren productos agrícolas. Para cumplir con lo ofrecido, ahora llega un nuevo cargamento de papas.
“Hay un problema”, cuenta la dependienta del mercadito “para llevar la papa hay que estar anotado en una lista”. Pero ya que fueron tantos los cubanos dispuestos a recibir el alimento, los nombres sirvieron para repartir la papa que faltaba.
Escasez
Como comentamos en una nota anterior, existe una escasez de alimentos en el oriente cubano. Tanto, que ya se habla de temores de un nuevo Periodo Especial, equiparable a cuando Cuba perdió el financiamiento y respaldo de la Unión Soviética y por tanto estuvo sujeta a la austeridad.
Esto desató en la provincia que los pobladores compren pollo por cajas, por un poco más que un sueldo promedio, 30 CUC –cotizado al precio del peso convertible que usa el turista y quien recibe remesas (que no es la misma moneda con la cual el cubano promedio accede a sus alimentos, CUP)– ya que no se encuentra carne; que fue el primer alimento que faltó cuando Cuba atravesó su peor crisis a principios de la década de los año 90.
Asimismo, aumentaron los índices de delincuencia; volviendo a los hogares con menores un blanco fácil para robos, ya que lo solo los niños menores a 6 años —y quienes tengan receta médica que lo exige— tienen acceso en la libreta de racionamiento para adquirir carne de vaca; que en Cuba vale oro.
Pan y Circo
“¿Te imaginas si el alimento es para la población porque no hay alimentos suficientes para todos?”, nos dice el opositor en Camagüey.
“Me hace pensar que solo fue tomado como un modo de hacer campaña para que el pueblo necesitado de alimento acudiera alas urnas”, agrega.
Pero este método no es nada nuevo. Ya en el primer siglo después de Cristo, Juvenal, el poeta y escritor romano, criticaba las prácticas de los emperadores romanos de mantener a las masas entretenidas en tiempos de crisis con comida y entretenimiento, Panem et circenses (literalmente «pan y circo»).
A cambio de un pan, en la versión actual de una bolsa de papas, pudieron votar, pero no pudieron elegir a sus candidatos; así como hace más de medio siglo los cubanos no han podido elegir quien preside la nación ni han tenido la oportunidad que compita otro partido que no sea el comunista, desde la revolución de 1959.
Cual emperador, quien preside la isla heredó el trono por lazos sanguíneos e ideológicos con quien tuvo el control total sobre Cuba hasta el fin de sus ideas.
Ahora, Cuba está a pocas semanas de una supuesta transición de poder. Podríamos ser testigos de un cambio de mando, pero la metodología actual no denota un cambio de poder.