La respuesta prepotente de los dirigentes de la CUT y la Fecode a la convocatoria del presidente Duque a un diálogo nacional amplio, en el que participen todos los sectores económicos, políticos y sociales, muestra la catadura antidemocrática de los promotores del paro y pone en evidencia, una vez más, el verdadero propósito de ese movimiento que no es otro que imponerle al país, mediante el motín y la asonada, la agenda política de los partidos de la izquierda radical que controlan esas organizaciones pseudosindicales.
Con su convocatoria a un diálogo nacional amplio y con las medidas anunciadas, esas sí en favor de todos los colombianos, el presidente Duque está derrotando políticamente ese movimiento y a sus instigadores, despojándolos de sus supuestas banderas de reivindicación social y poniendo en evidencia que más que un diálogo lo que querían era someter al Gobierno una encerrona para obtener, mediante el chantaje y la amenaza de más agitación y violencia, una mayor tajada del Presupuesto Nacional.
Se vienen seguramente más días de motín y violencia que, con la firmeza y la prudencia que han exhibido hasta ahora, sabrán controlar los heroicos miembros de la Fuerza Pública. También son necesarias acciones de orden público dirigidas específicamente contra los dirigentes del movimiento que no pueden seguir lavándose las manos con el cuento de los “vándalos infiltrados” en la protesta social pacífica.
Al parecer, los dirigentes de los partidos del establecimiento están terminando por entender que lo que está ocurriendo es también con ellos, con todos los colombianos, y que deben salir a condenar rotundamente los métodos de acción directa de la izquierda radical y ofrecer un apoyo sin restricciones al Gobierno nacional. El país está a la espera de conocer la posición de personajes como César Gaviria, Andrés Pastrana, Germán Vargas Lleras y otros más.
Los gremios de la producción, siempre tan activos cuando se trata de defender los propios intereses de sus asociados, no puede permanecer callados ahora que se trata del interés de toda la sociedad. Señor Mac Master y demás dirigentes de los gremios de la producción estamos a la espera de sus pronunciamientos en defensa de las instituciones republicanas que protegen la actividad de sus asociados.
Los colombianos estamos a la espera de que los líderes políticos y los dirigentes sociales nos convoquen a salir a las calles en defensa de nuestra democracia y nuestras libertades. No es hora de mantener una imposible neutralidad. Recuerden que: “Los lugares más oscuros del infierno están reservados para aquellos mantienen neutralidad en épocas de crisis moral”.