El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, designará a quien fuera embajador en Bolivia, el diplomático Philip Goldberg, como nuevo jefe de la embajada de EE. UU. en Cuba.
Aunque el nombramiento aún no ha sido oficial, varios medios internacionales informan que Goldberg será el que encabece la embajada de su país en la isla caribeña.
El nombramiento del diplomático podría generar molestia en la isla debido a que Cuba es un país aliado de Bolivia y este expulsó a Goldberg tras haber sido acusado en el 2008 por el presidente Evo Morales por supuesta conspiración contra el oficialismo boliviano.
“Designar al embajador Goldberg para encabezar la Embajada de EE. UU. en Cuba es bastante provocativo desde que fue expulsado de Bolivia”, opinó el profesor de la American University y experto en temas cubanos, William LeoGrande.
Sin embargo, de acuerdo con Cubanet, Estados Unidos no necesitará la aprobación del régimen cubano, ya que Goldberg no sería embajador, sino nuevo encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Cuba.
“El embajador Goldberg es un profesional del servicio exterior y representará hábilmente las políticas del Gobierno de Trump. El tiempo dirá si se le ha ordenado seguir los pasos de su predecesor (…) o llevar a cabo una política más hostil”, agregó el experto.
Es necesario recordar que la embajada estadounidense se mantenía cerrada desde 1961 y no fue sino el año pasado que decidió reabrisre, tras varios acuerdos entre el régimen cubano y el antecesor de Trump, el exmandatario demócrata Barack Obama.
Sin embargo, Trump ha vuelto a tensar la relaciones con la isla y ha impuesto nuevas restricciones en apoyo a la libertad y los derechos humanos. Entre las nuevas medidas se ha decidido prohibir que personas sujetas a la jurisdicción norteamericana realicen transacciones financieras directas con unas 180 entidades y subentidades restringidas por estar controladas por servicios militares, de inteligencia y de seguridad cubana. Entre las entidades prohibidas se encuentran 83 hoteles, dos agencias de viaje, cinco marinas, diez tiendas de diferentes tipos, entre otros.
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Además, se han establecido restricciones de viaje para los estadounidenses que deseen ir a Cuba. Los viajes deberán estar vinculados a la educación y cultura “con el trato cara a cara con el pueblo”, ya que, como explicó el pasado mes Helen Aguirre Ferre, directora de prensa de la Casa Blanca y asistente especial de Trump, las visitas por turismo solo benefician a la “economía militarizada de Cuba”.