
El cabecilla del movimiento terrorista Sendero Luminoso Abimael Guzmán, reapareció en público para el inicio de su proceso penal por un atentado en Lima en 1992.
Guzmán, de 82 años, reclamó que necesita atención médica, asegurando que su salud se encuentra deteriorada desde hace más de un mes y que los médicos de la Base Naval del Callao no consiguen curarle.
“Hace un mes que estoy enfermo, no puedo comer, mi ropa me queda holgada. ¿Quién me atiende?”, demandó el terrorista a los magistrados de la Sala Penal Nacional.
“He venido simplemente para decirle a la sala por qué no he venido antes. Cuando va un médico me pregunta qué tengo. Cumple con ir, pero no hace lo que le corresponde. Sino, ¿cómo sigo enfermo?”, se quejó.
Asimismo, el líder senderista comentó que no confía en los médicos del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), razón por la cuál espera que un médico externo sea quién lo analice.
“Lo que pido es que un médico me vea y que yo pueda solventarlo, porque no confío en los médicos del INPE”, dijo.
Durante la sesión apareció ante el tribunal con aspecto desaliñado, amplia barba y cabello canoso, encorvado y en ocasiones inclusive parecía quedarse dormido, según la transmisión en circuito cerrado del juicio que emitió el Poder Judicial.
En la audiencia fueron presentados los resultados de una revisión médica previa, la cual arroja que Guzmán sufre de hipertensión arterial controlada, psoriasis artropática, gastritis crónica y caries dental.
Guzmán enfrentará un nuevo juicio, junto a otros 11 cabecillas senderistas, por su responsabilidad en el atentado de la calle Tarata de Lima, que dejó 25 muertos, convirtiéndose en uno de los ataques más sangrientos cometidos en la capital.
Por ahora, la audiencia ha sido suspendida por la salud del líder terrorista y se reanudará el próximo 7 de marzo.
Fuentes: El Nuevo Herald; El Comercio; RPP Noticias.