Hacia la media noche del pasado sábado primero de abril en Mocoa, municipio en el oriente colombiano, fue cubierto por una gran avalancha producto de las fuertes lluvias que han azotado a Colombia en las últimas semanas. A pesar de que a simple vista podría parecer una catástrofe natural, al parecer podría haber responsables por omisión ante la amenaza de que un fenómeno de este calibre podía suceder.
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Por esta razón, el procurador general, Fernando Carrillo, decidió abrir una investigación preeliminar en contra de algunos funcionarios del municipio de Mocoa, ubicado en el departamento de Putumayo, con el fin de establecer si alguno de ellos incurrió en alguna falta por acción u omisión desde su cargo que haya incidido en el resultado de la avalancha que ya cobró la vida de más de 290 personas.
De igual forma, Carrillo le pidió a los gobernadores, alcaldes y Corporaciones Autónomas Regionales (CAR), revisar los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) para que las construcciones en las ciudades se ajusten a las amenazas ambientales a las que pueden estar expuestas las poblaciones y así evitar que suceda algo similar a lo del pasado primero de abril.
El procurador Fernando Carrillo, dijo estar impresionado de cómo le agenda ambiental ya estaba siendo relevada a un tercer nivel en las preocupaciones del país e hizo una comparación con el conflicto armado, en al que dijo que primero se morían los colombianos por la violencia de las guerrillas y ahora las catástrofes naturales son las que cobran vidas y que estas son cada vez más evitables.
Cabe recordar que hubo una advertencia temprana de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonia (Corpoamazonía). Según su presidente hace nueve meses venían advirtiendo que se podía presentar una catástrofe como la que finalmente sucedió el pasado sábado que continúa siendo atendida por las autoridades colombianas y los voluntarios colombianos.
Fuente: El Espectador