La secretaría de la mujer en Bogotá, creada en la Alcaldía de Gustavo Petro (2012-2015), se encarga de proteger a las mujeres de ser víctimas de violencia de género y de reducir la brecha de desigualdad que existe actualmente.
Lo anterior lo realiza a través de un sistema de dos vías. La primera es el acompañamiento previo a la denuncia de las mujeres víctimas de violencia, la segunda es asesorarlas y ayudarlas en el proceso judicial que se inicie a partir de esa denuncia, ya sea en una comisaría de familia o en un juzgado. Esto quiere decir que hacen acompañamiento previo a la parte jurídica como durante el litigio, sobre todo en casos en los que se considera que puede haber un alto grado de feminicidio.
Actualmente, el programa cuenta con 250 cupos de refugio y existen aproxidamente 80 mujeres que se benefician de esto junto con sus hijos. En este proceso ellas están en esos lugares entre tres y seis meses mientras reciben atención integral para superar la codependencia con su pareja. Luego salen con un proyecto de vida que les ayudan a construir y el programa tiene una tasa de éxito del 70 %, es decir, las mujeres que no vuelven con su agresor representan ese porcentaje, que es de los más altos en el mundo.
Cristina Vélez, secretaria de la mujer de Bogotá, cuenta que muchas veces dos mujeres salen a compartir apartamento para iniciar una nueva vida apoyándose entre ellas y que las Secretaría de la mujer ha buscado que las víctimas de agresión puedan tener representación ante la justicia, razón por la cual seleccionan 100 casos emblemáticos que les permitan concienciar y generar jurisprudencia para el futuro de otros litigios. De esta forma buscan reducir la impunidad en los 17.000 casos que se presentan a diario de violencia de género.
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Para logarlo, la Secretaría de la Mujer cuenta con un un equipo de 25 abogadas que hacen representación y que hacen orientación en casas de justicia. Otras 20 abogadas que estarán en casas de igualdad y que empezarán a trabajar en una semana, 20 psicólogos que prestan atención a a las víctimas y 20 personas que recorren las ciudad y que están encargadas de detectar casos de violencia de género.
Además de estos objetivos, la Secretaría de la Mujer también se encarga del cierre de brechas en diferentes ámbitos, generando proyectos que buscan aumentar la participación de mujeres en cargos electorales de cara a las próximas elecciones cerrar las brechas de desigualdad en el ámbito corporativo.
Todo lo anterior buscan hacerlo a través de la eficiencia en el uso de los recursos por este motivo buscan tener herramientas que permitan hacer mejores políticas públicas con respecto al enfoque de género y enfoque diferencial. PanAm Post entrevistó a la secretaría de la Mujer, Cristina Vélez, para entender cómo funciona esta entidad.
¿Es necesario tener una ley de feminicidio para castigar este tipo de crímenes o era suficiente fortalecer la justicia para que se castigara el asesinato a mujeres?
Todavía hay un gran desconocimiento de la ley. Muchos fiscales están hace 40 años y para ellos un crimen pasional era un atenuante y no un agravante de la pena. Yo creo que sí era necesaria ya que permitió visibilizar un delito específico que es diferente en la medida que responde a causas diferentes y que de una u otra forma ha permitido mandar una señal clara de rechazo a todas las formas de violencia.
Si uno mira los casos emblemáticos como el del llamado asesino de Monserrate, un delincuente que violaba y mataba a mujeres en los cerros orientales de Bogotá, los asesinatos de él fueron antes de la promulgación de la ley y la primera sentencia fue por nueve años y apelamos y quedó en 18 años, pero si esto hubiese sido juzgado bajo la ley de feminicidio estaríamos hablando de una pena de más de 30 años.
En un país como Colombia, en el que existe separación de poderes ¿cómo es su relación con la rama judicial? Ya que la secreraría representan personas, pero son el ejecutivo
Nosotros tenemos una meta en el plan de desarrollo que incluye la sensibilización de prestadores de justicia en temas de género y prestadores lo entendemos integralmente (policías, fiscales, jueces de la República, comisarios de familia) y tenemos una meta bastante ambiciosa de sensibilizarlos en estos temas.
Cuando ellos entienden de estos temas y se sensibilizan ante ellos, podrán tomar mejores decisiones y tendrán mejores herramientas para entender y juzgar casos. Además, como somos ramas diferentes podemos hacer litigio estratégico y de hecho ellos saben que nosotros lo hacemos, lo que nosotros buscamos es que con los 100 casos que representamos generar jurisprudencia para la toma de decisiones en otros casos. Lo hacemos en Bogotá, pero sabiendo que tendrá impacto en todo el país.
¿De dónde vienen los recursos? ¿qué apoyo han tenido por parte de las organizaciones internacionales y cómo es el trabajo con estos organismos?
Los 13 millones de dólares son todos plata del Distrito de Bogotá, nosotros no recibimos transferencias de la Nación colombiana, nosotros no recibimos plata de otro tipo. Pero sí hacemos proyectos de cooperación con otras entidades, ya que para nosotros es mucho más poderoso recibir recursos de cooperación y que los ejecute alguien más con apoyo de nosotros que ejecutarlo nosotros mismos.
Nosotros tenemos un proyecto que se llama Safety Pin, que es un software que a partir de unas fotos puede analizar qué tan segura es la ciudad de noche para todas las personas, especialmente para las mujeres. Entonces, toma fotos y analiza esas fotos a través de nueve variables y esa información permite identificar los puntos que necesitan intervención de la ciudad.
Ese proyecto lo desarrollamos a punta de cooperación y no recibimos directamente los recursos, ya que el financiador internacional le dio la plata a los desarrolladores del software y nosotros nos beneficiamos de esa información para decirle a los alcaldes locales para que focalicen sus recursos en los puntos que verdaderamente los necesitan.
En política social lo más difícil es la focalización de los recursos y género es una herramienta de focalización espectacular que le permite a uno pensar dónde y cómo invertir los recursos de la mejor manera.
¿Qué encontraron ustedes de la Alcaldía anterior?, ¿qué cambiaron y qué mantuvieron?
Las cosas más importante de cambiar tenían que ver con las prácticas institucionales, por ejemplo había muchos convenios de asociación que eran perfectamente legales, pero que yo creo que hay formas más transparentes para ejecutar recursos como lo son las licitaciones. Por ejemplo, ahorita vamos a licitar unas casas refugio que nos permite asegurar la prestación de este servicio durante tres años y segundo porque es realmente es una contratación mucho más transparente ya que hay unas condiciones que alguien tiene que cumplir y nos da más poder para cumplir resultados.
Una cosa que venía de antes que pudimos rescatar son las políticas poblacionales. Bogotá es pionero en este tipo de políticas y eso en un país como Colombia es súper importante y yo creo que el reto y la magia va a ser tomar todo estas políticas que discursivamente están muy bien armadas y llevarlo a la práctica concreta.
Hay teorías de ciencia política que dicen que las políticas de discriminación positiva a veces genera mayor inequidad o desigualdad entre hombres y mujeres ¿cómo manejar esto?
Las políticas de acción afirmativa no tienen que ver únicamente con ofrecer trabajo a mujeres, hay otras formas de acciones afirmativas que tienen que ver con la implementación de políticas. Por ejemplo una acción afirmativa es tener una casa refugio para víctimas de conflicto armado que es pensada para mujeres que han sido desplazadas por los enfrentamientos.
Nosotros las acogemos durante tres meses y les prestamos la ayuda necesaria sin estar obligados a hacerlo por la ley, por lo cual considero que estas son otro tipo de acciones afirmativas que se hacen desde el Distrito.